"No me arrepiento de haber dejado la arquitectura"

Ruth Coello no es la arquitecta de edificios en la que quiso convertirse hace tres d&eacute;cadas. No obstante ha construido, desde entonces, una carrera actoral con personajes para teatro y televisi&oacute;n. El m&aacute;s reciente es Ana Mar&iacute;a, madre de gemelos que huye de su esposo maltratador. En el camino pierde a uno de sus hijos, quien se cr&iacute;a con odio hacia ella por los cuentos de su padre. Ana Mar&iacute;a es uno de los personajes centrales de la serie 4 cuartos, que se estrenar&aacute; el 4 de abril en TC Televisi&oacute;n. &iquest;C&oacute;mo surgi&oacute; el personaje de Ana Mar&iacute;a para el seriado 4 cuartos? El &lsquo;Churo&rsquo; (Fabrizio Aveiga, el guionista) crea personajes basados en su realidad y entorno. &Eacute;l nos dice que Ana Mar&iacute;a es un homenaje a su propia madre. Propone que el televidente vea el reflejo de un genuino amor de madre por sus hijos. &iquest;Qu&eacute; caracter&iacute;sticas tiene? No es el arquetipo de la madre sufrida en un dramatizado. Es una mujer guerrera, pese a la desgracia. Se aferra a su hijo, tanto que lo sobreprotege y no tolera que ninguna otra persona le haga las cosas. Ese excesivo cuidado convierte a su hijo Alex&aacute;nder (interpretado por V&iacute;ctor Ar&aacute;uz) en una persona insegura en sus decisiones. Duplica su cuidado con Alex&aacute;nder para compensar la p&eacute;rdida de Pa&uacute;l, su otro v&aacute;stago (tambi&eacute;n personificado por Ar&aacute;uz). Incluso es una mam&aacute; metiche en las relaciones de Alex&aacute;nder. Para ella ninguna vale la pena, en especial Rebeca (encarnada por Carolina Jaume). Seg&uacute;n la trama Ana Mar&iacute;a tendr&aacute; la raz&oacute;n. &iquest;C&oacute;mo construy&oacute; el personaje? Lo constru&iacute; desde lo visual y externo. Quise alejarme de lo que soy como Ruth Coello al punto de ni siquiera reconocerme en el espejo. A partir de ah&iacute; le a&ntilde;ad&iacute; caracter&iacute;sticas muy opuestas a m&iacute;, que se reflejaron en detalles como los colores o la forma de vestir. As&iacute;, sin rastros de lo que soy, segu&iacute; con lo interno, pues lo visual me ayud&oacute; a concebir el personaje. Recurr&iacute; a mi propia vivencia como madre. Uno de mis hijos (Yannick Avil&eacute;s) vive alejado de m&iacute;, en Buenos Aires; el otro (Adri&aacute;n Avil&eacute;s) vive conmigo. &iquest;Cu&aacute;ndo empez&oacute; ese proceso? En diciembre pasado supe que interpretar&iacute;a a ese personaje. Luego estuvimos en un taller actoral que nos dio Itzel Cuevas. B&aacute;sicamente en enero empez&oacute; el proceso de construcci&oacute;n m&aacute;s profundo. Son cerca de tres meses de trabajo. &iquest;C&oacute;mo logra dirigir y actuar al mismo tiempo en televisi&oacute;n? Una ventaja es que conozco al equipo t&eacute;cnico y actoral. Con V&iacute;ctor, a quien dirijo en Los hijos de Don Juan, he desarrollado una gran amistad. Eso nos permite tener qu&iacute;mica a la hora de actuar. Como directora tengo todo el peso de la responsabilidad, pero en la actuaci&oacute;n mi personaje depende de m&iacute;, de mi caracterizaci&oacute;n. Es un trabajo de doble compromiso. Cuando estaba en Los Hijos de Don Juan conoc&iacute;a el perfil de cada personaje y eso me ayudaba a dirigir al equipo. Como actriz en 4 cuartos recurr&iacute; al director de c&aacute;maras Juan Salazar, quien trabaj&oacute; conmigo en A&iacute;da. &Eacute;l conoce mis lugares comunes en la actuaci&oacute;n y me gu&iacute;a. &iquest;Qu&eacute; prefiere dirigir o actuar? Antes de Los Hijos de Don Juan solo ten&iacute;a experiencia como directora teatral. En la televisi&oacute;n es distinto. Tengo que estar pendiente de que el actor no afloje la actitud de su personaje, seg&uacute;n donde se dirija la c&aacute;mara. Se puede ensayar entre cada escena. Si sale mal al grabar se puede repetir hasta que quede lista para su transmisi&oacute;n. En teatro es diferente porque la reacci&oacute;n e interacci&oacute;n con el p&uacute;blico es inmediata. Se ensaya durante los d&iacute;as del montaje y en la presentaci&oacute;n si ocurre alguna equivocaci&oacute;n sale as&iacute;. Ah&iacute; el actor cuida que el espectador no descubra el error, pues tiene la ventaja de que solo el int&eacute;rprete y el director conocen el contenido de la obra. Lo que se hace es corregir el error despu&eacute;s de la funci&oacute;n para evitarlo en la siguiente. &iquest;C&oacute;mo labr&oacute; su carrera teatral en una &eacute;poca dif&iacute;cil en Ecuador, como la d&eacute;cada del 80? A punta de convicci&oacute;n. Fue una &eacute;poca dif&iacute;cil porque los actores eran mal vistos y no hab&iacute;a teatro en los colegios. En Guayaquil solo exist&iacute;a El Juglar, que con el tiempo abri&oacute; el camino a otros grupos. Despu&eacute;s la incursi&oacute;n de Mis adorables entenados en televisi&oacute;n ampli&oacute; el espectro. Surgieron oportunidades de dar clases de actuaci&oacute;n en colegios. Los dramatizados en la televisi&oacute;n se expandieron y confiaron en talentos formados en el teatro. &iquest;Qu&eacute; dramatizados le dieron esa oportunidad? Debut&eacute; en un cap&iacute;tulo sobre el violador Daniel Camargo Barbosa para De la vida real, tambi&eacute;n particip&eacute; en Archivos del destino. Mi primera telenovela fue Coraz&oacute;n dominado, luego actu&eacute; en Kandela, Cholicienta, A&iacute;da y Estas secretarias. As&iacute; labr&eacute; mi camino en la televisi&oacute;n. &iquest;No se arrepiente de haber dejado sus estudios de arquitectura? Siempre me gust&oacute; la actuaci&oacute;n. Cuando ten&iacute;a 12 a&ntilde;os participaba en obras b&iacute;blicas porque mi familia y yo &eacute;ramos Testigos de Jehov&aacute;. Cuando llegu&eacute; a la universidad me encontr&eacute; en la calle con Hugo Avil&eacute;s, quien fue mi esposo y tambi&eacute;n mi vecino. &Eacute;l me invit&oacute; a unos talleres de teatro. Luego participamos en una obra (Los vampiros, de Jos&eacute; Mart&iacute;nez Queirolo). Fue el inicio de incontables puestas en escena. &Eacute;ramos j&oacute;venes y rebeldes. En esos d&iacute;as quer&iacute;amos transmitir lo que pens&aacute;bamos con obras in&eacute;ditas. &iquest;D&oacute;nde se presentaban? Nos present&aacute;bamos en la Casa de la Cultura, en la Espol, luego viajamos a Colombia y Brasil para aprender m&aacute;s de este oficio. Asimilamos tambi&eacute;n del grupo Malayerba en Quito. La sociedad entre Hugo y yo nos permiti&oacute; en aquel tiempo sentar las bases de lo que hoy es el grupo Fantoche. Dej&eacute; la arquitectura por el teatro y no me arrepiento. (E)