La agricultura marca el desarrollo de Salitre
La cercanía con zonas agrícolas y ganaderas hace del cantón Salitre, en la provincia del Guayas, un lugar ideal para gastar poco dinero y comprar muchos víveres.
Este cantón tiene 150 localidades entre recintos y comunidades en un área de 39.458,50 hectáreas y está ubicado a casi 80 minutos de Guayaquil (60 km aproximadamente).
La mayoría de sus residentes —poco más de 57.400 habitantes— están dedicados a la crianza de ganado porcino, vacuno y caballar en tierras donde la producción de arroz, maíz, cacao, café, caña de azúcar y caña guadúa y el cultivo de frutas de temporada (mango, sandía, naranjas, etc.) son también actividades importantes.
Estas condiciones permiten que los costos de los productos sean económicos en la zona más comercial de este cantón, las calles Bucana y General Vernaza. En este sitio más de una treintena de comerciantes se disputan los clientes.
Los expendedores que se colocan en las aceras sin control del Municipio saben de la existencia de un mercado, ubicado junto a la terminal terrestre, ambas edificaciones funcionan a medias.
Para Matilde Bustamante, quien hace unos 10 años vivía en el sur de Guayaquil, cambiarse a Salitre le ayudó a mejorar económicamente. Menciona que desarrolló un emprendimiento de costura, y que su esposo, que trabaja en el agro, se dedicó a la compra y venta de arroz.
“Debo comprar 2 o 3 veces por semana cosas para la comida. A diferencia de la ciudad, aquí las cosas son más frescas y económicas. Destino unos $ 15 para las carnes, el pollo e incluso las verduras que llegan desde la Sierra”.
En este sitio, Oswaldo Quimís se dedica a la venta de carne de chancho desde hace unos 10 años. El hombre, de 63 años, cuenta con una mesa de madera y una balanza para despachar a $ 2 cada libra. Quien le compra más de 20 libras recibe una rebaja de $ 0,20.
Quimís menciona que suele criar cerdos en su propiedad, pero también los adquiere a otros granjeros para revenderlos en su puesto que no lleva un rótulo, pero todos saben dónde está.
Junto a él, Juan Moreno aprovecha el paso constante de los buses intercantonales para promocionar la fritada que expende en compañía de su esposa.
Cada preparado tiene un costo de $ 2,25 con porciones generosas mientras que en la misma mesa vende a $ 3,75 la libra de longaniza.
En el caso de la fruta, Manuel Chunga comenta que se pueden encontrar en época de cosecha hasta 30 naranjas por $ 1, mientras que las sandías, según el tamaño se encuentran desde $ 2.
Para Heraldo Enrique, quien lleva 12 años siendo parte de la calle Bucana, en este sitio también puede encontrarse ropa, electrodomésticos, zapatos, platos, plásticos y otros artículos.
Enrique comercia la libra de res a $ 1,60. Menciona que hay muchos comerciantes ocasionales provenientes de la Sierra que dejan muchos desperdicios que con el paso de las horas se acumulan y despiden mal olor.
Para esto los vendedores saben de una solución, volver al mercado que fue inaugurado hace casi una década y que no funciona al igual que la terminal terrestre del cantón que solo cumple su función en días festivos para recibir pasajeros.
Salitre, además de la cultura ancestral o el balneario de agua dulce, ofrece alternativas en el sector de la Bucana, que atiende todos los días desde las 06:00. (I)
