El fútbol es, sin duda, el deporte más popular del planeta. El jueves se jugó una fecha eliminatoria al Mundial Rusia 2018; en el estadio Olímpico Atahualpa, Ecuador enfrentó a Chile. La actividad llegó a Quito con el nombre de “foot-ball” en 1906, en plena Revolución Liberal, comandada por el general Eloy Alfaro. Así lo narra Jorge Ribadeneira Araujo en su libro Tiempos Idos, que resalta que para la época, los ingleses, quienes normaron el deporte (17 reglas), ya realizaban sus campeonatos de Liga desde la última décadas del siglo XIX. Ese país exportó, por ser una potencia mundial, el fútbol a través de los trabajadores de sus empresas mineras, de transporte e industrias. Fernando Carrión, catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), dice que el deporte llegó primero al sur (Argentina, Uruguay y Brasil). “Llegaron varios deportes con las élites y a Ecuador arribó desde Perú. La familia Wright trajo a Guayaquil desde Lima una pelota de origen inglés (junto con las normas del juego), a fines del siglo XIX”. Ribadeneira hace hincapié en que el “foot-ball” inglés arribó al país en maletas y en la mente de los jóvenes hijos de los cacaoteros (costeños) o hacendados (serranos) que viajaban a Europa a estudiar o a divertirse. Tras llegar hasta el puerto, apareció en Quito, en las calles del barrio San Sebastián, donde los jóvenes llevaban “de un lado a otro una especie de redonda —un ‘ishpapuro’ (vejiga de animal) envuelto en trapos— en medio del gusto, y a veces de la rabia, de los vecinos”, cuenta Ribadeneira en su libro. Carrión dice que existe esa probabilidad de rechazo por parte de los vecinos, “porque había juegos históricos en la Sierra y, de pronto, viene algo externo como el fútbol y generó un conflicto”. Eduardo Vásconez, quien escribió El fútbol de Pichincha, hechos y partidos históricos, confirma que ese deporte tuvo un lento crecimiento debido a las características del país y a los escasos niveles de desarrollo. En Tiempos Idos se afirma que noviembre de 1908 es una fecha histórica para el fútbol quiteño, pues un grupo de jóvenes fundó el primer equipo de la ciudad: Sport Club Quito. En ese mismo año llegó el ferrocarril, que ayudó a promover más el deporte, especialmente entre Quito y Guayaquil. Con la formación del Sport Club Quito se abrió la necesidad de adecuar un espacio que sirviera como cancha y ese lugar fue el parque El Ejido que, para ese entonces, “estaba lejos del centro”. Por aquellas épocas, la ciudad tenía pocos vehículos, por lo que algunos jugadores debían trasladarse al parque en “coche, carreta y caballo”. Quienes no podían movilizarse usaban —como cancha de fútbol— los terrenos del sanatorio (hospital San Juan de Dios); y en ocasiones de “mayor importancia”, El Ejido. De esos primeros partidos en la capital se convirtieron en ídolos figuras como Alfonso Terán, Leonidas ‘chino’ Anda y Luis ‘berraco’ Encalada, jugador de Gladiador, equipo que fue fundado tiempo después. Debido a que no todos podían practicar fútbol, los fundadores del Sport Club Quito realizaban encuentros amistosos cuando dividían al equipo y en otras instancias jugaban con soldados y oficiales de las guarniciones militares. El fútbol, pasión de pocos Según los registros sobre la disciplina deportiva, el sábado 10 de agosto de 1912 constituye otra fecha histórica, ya que se disputó el primer partido entre equipos de 2 regiones: el Sport Club Quito, que invitó a su casa al Guayaquil Sport,  cayó ante este elenco 0-4. Ese cotejo se desarrolló en El Ejido. Según varios periódicos de la época, el partido contó con gran acogida a pesar de que 7 meses antes, cerca del campo de juego se había producido un hecho trágico: la inmolación de los Alfaro. “La gente quería ver foot-ball”, describe el libro Tiempos Idos. Sin embargo, Carrión insiste en que el fútbol —para esa época— no tuvo tanta popularidad y “era un deporte de élite”. El investigador de la Flacso apunta que la disciplina entró al Cono Sur con los trabajadores de las fábricas. Un ejemplo fue Rosario Central (Argentina), equipo en el que jugaban solo empleados de la empresa de ferrocarriles. “En cambio, en el Ecuador fue adoptado por las instituciones del momento, entre ellas los colegios y las universidades, como la Central”. Por tal motivo surgieron más clubes como: América, salido del colegio San Gabriel; Libertad, que nació en 1913; Olmedo del Colegio Mejía; Gladiador en 1918; Libertador y Gimnástico, en 1925. Con la llegada de estos equipos y otros más surgió la necesidad de crear un estadio. Es así como nace en 1948 el estadio del Arbolito, que albergó grandes clásicos capitalinos, tiempo después. Sin embargo, no todo tenía que ver con deporte y salud, pues tras los partidos “se reunían para comer y tomar cerveza”, concluye el texto de Jorge Ribadeneira. (I)