Muerte de padres de familia, niños y ancianos, el costo del bombardeo en Irpin
El cese al fuego previsto entre las 10:00 y 21:00 del sábado 5 de marzo, con la intención de que los ciudadanos residentes en Mariupol (en el norte de Ucrania) pudieran abandonar la ciudad, no fue respetado. La evacuación de civiles se suspendió por los constantes bombardeos, provenientes de las tropas rusas que invadieron Ucrania. Al menos 200.000 personas debían abandonar el país, pero la realidad es que solo 300 lograron salir.
Irpin, Bucha, Hóstomel, Vorze y Mariupol son ciudades ucranianas fueron golpeadas por los ataques de Rusia. Miles de bombas destruyeron pasos claves para el corredor humanitario. Por ello se buscan alternativas para conectar ciudades como Irpin con Hóstomel, donde tumbaron el puente que las unía.
Como consecuencia de estos ataques, el lanzamiento de un mortero cobró la vida de cuatro civiles que trataban de huir por los corredores humanitarios. El cuerpo de una madre, junto a sus dos hijos tendidos en medio de la carretera mientras intentaban huir del conflicto, evidenció que en una guerra las víctimas son inocentes de distintas edades.
Frente a estos ataques, Ucrania se encuentra en total indignación. "No habrá un lugar seguro en la Tierra para ustedes. Excepto la tumba", señaló el presidente Volodymyr Zelensky, en acusación directa a Rusia por asesinar a ciudadanos indefensos, dentro de escuelas y hospitales. Sin embargo, el Kremlin aduce que se encuentra en una situación de "operación militar especial" contra "nacionalistas" y "neonazis" ucranianos, sin responsabilizarse por las víctimas colaterales del conflicto.
Según un balance registrado por la agencia de la ONU para los refugiados por la ACNUR, más de 1,5 millones de civiles dejaron su hogar en Ucrania, desde que comenzó el conflicto armado. De ese grupo, al menos un millón está en calidad de refugiados en Polonia, país que les abrió las puertas para escapar de la guerra.