En ese momento, recibió una llamada a través del radioteléfono en la que le preguntaron con quién hablaba, pues no había nadie a su lado. Como se dice popularmente, empezó a correr 'como alma que lleva el diablo'.

Según la versión que circula por redes sociales, el vigilante asustado fue abordado por el compañero que observó todo a través de las cámaras. Ya con más calma, relató que estaba charlando con quien sería una mujer mayor.

Los rumores de la presencia de fantasmas en este edificio de Santa Marta se hicieron mayores tras conocer el extraño episodio del celador. De hecho, ya hay quienes piden que un sacerdote se acerque al lugar para orar por el alma perdida que estaría rondando los pasillos de Palo Alto.