Diferentes fuerzas políticas en Túnez expresaron sus posiciones en relación con la composición de un nuevo gobierno por el islamita Ali Larayedh, quien fue designado primer ministro, el pasado viernes, y busca una solución para la profunda crisis que se vive en el país hace meses.

El objetivo del nuevo gobierno es “ampliar la actual coalición gubernamental”,  declaró el jefe del partido islamita Ennahda, Rached Ghannouchi, citado por Telesur.

Además de la organización política Ennahda, la actual coalición incluye al Congreso por la República (CPR) del presidente Moncef Marzouki y Ettakatol, ambos de centroizquierda. Ghannouchi quiere integrar también al movimiento Wafa (disidentes del CPR) y a Libertad y Dignidad (islamitas independientes).

No obstante, Ghannouchi reconoció que no se ha logrado decidir quiénes ocuparían los cargos clave  de ministros de Justicia, Relaciones Exteriores e Interior.

Ettakatol y el CPR reiteraron que su apoyo pasa por la independencia de sus carteras. “Deseamos comenzar las consultas para llegar a un acuerdo final, respetando las promesas de neutralidad de los ministerios más importantes”, dijo Imed Daimi, responsable del partido CPR consultado por varios medios de comunicación.