Túnez se conmueve tras asesinato de diputado
El pasado 25 de julio de 2013 se cumplieron 56 años desde la proclamación de la República tunecina. No fue un día de festejos: a las 12:10 minutos, un sicario disparó el arma automática once veces, asesinando a quemarropa frente a su casa y delante de sus hijas a Mohamed Brahmi, diputado a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) en representación de la gobernación de Sidi Bouzid, donde hace dos años y medio se inmoló el joven Mohamed Bouazizi, hecho notorio que intensificó el movimiento insurreccional popular y pacífico, Intifadha al Karama o insurrección de la dignidad.
Mohamed Brahmi, un profesional de 58 años, hombre pausado y discreto con un historial de militante nacionalista desde sus años en la universidad de Túnez, se había destacado en los últimos meses por la formación del pequeño Movimiento Echaâb (Pueblo), el cual sumó sus fuerzas al Frente Popular (reagrupación de varios partidos y movimientos de izquierda), aportando así al Frente un mayor peso en el seno de la ANC y sobre la escena política nacional. Además, Mohamed Brahmi era conocido por su rectitud moral, sus posiciones públicas críticas, su denuncia de las maniobras y manejos de los Hermanos Musulmanes, el Movimiento Enahdha en el seno de la ANC y en la vida política tunecina.
Es así como miembros de Enahdha y sus agentes, una milicia fascista, no han dejado de apuntarlo como enemigo por liquidar, lo mismo habían hecho con el mártir Choukri Belaid seis meses atrás.
Por eso, el pueblo ha señalado a Enahdha como responsable moral y político de estos asesinatos políticos. El Ministerio del Interior y el gobierno dominado por Enahdha son señalados como responsables y hasta cómplices de estos crímenes cuyos autores materiales y sus mandantes se mantienen en la sombra, protegidos seis meses después del asesinato de Choukri y hoy de nuevo cuando llegan a actuar con cara descubierta, en plena luz del día antes de esfumarse… con toda impunidad.
Desde el mediodía del pasado jueves hasta altas horas de la noche, el pueblo salió masivamente a las calles del país exigiendo la disolución de la ANC por su ineficiencia al cabo de más de año y medio sin producir la nueva Constitución.
También con la ANC se exige la caída del gobierno provisional dominado por los islamitas que son acusados de violentos, gobierno nombrado por la ANC así como al presidente provisional de la República.
La Unión General de Trabajadores (UGTT) decretó un paro general para el pasado viernes. El Frente Popular llamó al pueblo a un período sin límite de desobediencia civil pacífica.
Mohamed Brahmi tendrá funerales nacionales al igual que Choukri Belaid y será inhumado al lado de su tumba, en el cementerio de la capital. Mañana tanto el Buró ejecutivo del Frente Patriótico como el de la UGTT anunciarán otras medidas decisivas para el curso político del país.
Al igual que pasó recientemente en Egipto, en Túnez también el pueblo está tratando de retomar la iniciativa, a pesar de las maniobras del imperio, para rescatar el hilo de la Intifadha la cual, como se sabe, ha sido recuperada y desviada de su curso por grupos islamitas con apoyos de fuerzas extranjeras. Es así como en Egipto primero y ahora en Túnez se hace patente el fracaso estrepitoso del llamado “Islam político moderado”, made in USA.
Rashid Sherif, militante internacionalista y miembro del Frente Popular en Túnez, colaborador de EL TELÉGRAFO