El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró el estado de desastre en Luisiana tras el paso del potente huracán Delta del 6 al 10 de octubre pasado.

Esta decisión abre fondos de emergencia para los condados de Acadia, Calcasieu, Cameron, Jefferson Davis y Vermilion, los más afectados por el paso del huracán.

La asistencia incluye subvenciones para viviendas temporales y reparaciones del hogar, préstamos de bajo costo para cubrir pérdidas de propiedad no aseguradas y otros programas para ayudar a las personas y propietarios de negocios a recuperarse de los efectos del desastre.

Aproximadamente medio millón de hogares y empresas se quedaron sin suministro eléctrico tras el impacto del huracán Delta en el estado sureño, antes de perder fuerza.

Unos 360.000 consumidores se quedaron sin electricidad en Luisiana, donde la tormenta tocó tierra, de acuerdo con el portal poweroutage.us. Otros 67.000 clientes de Texas están sin suministro y Misisipi sumó casi 34.000. Georgia y Carolina del Sur sumaron otros 15.000 afectados. (I)