Tras cinco días de discusiones, Angela Merkel volverá a gobernar Alemania
Al límite del tiempo fijado. Así alcanzó ayer la canciller alemana, Angela Merkel, el principio de acuerdo de gobierno que buscaba hace tres meses con el esquivo Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD, por sus siglas en alemán), de Martin Schulz.
Aunque la angustia no es el comportamiento que más complace a los alemanes, hubo fumata blanca tras cinco días de negociaciones para la reedición de la Grosse Koalition (Gran Coalición) entre los conservadores del Unión Demócrata Cristiana (CDU), su versión bávara del CSU y los socialdemócratas del SPD.
A partir de ahora, no solo la imponente maquinaria empresarial alemana sino también la Unión Europea (UE) pueden respirar aliviadas.
Será la tercera ocasión, cuarta si se tiene en cuenta la que conformaron en 1996, en que los dos grandes partidos germanos unan sus fuerzas en aras de estabilizar un ejecutivo que volverá a decidir la dirección de las reformas políticas y económicas previstas en Europa en los próximos cuatro años.
Aunque el acuerdo de gobierno es un hecho, Merkel reconoció en la presentación de la alianza que “aún quedan por solucionar importantes escollos que están sujetos a revisión y que serán abordados en los próximos días”.
Tal y como se recoge en un documento, de 28 páginas, ambos partidos se comprometen a fortalecer la Unión Europea y limitar la acogida de refugiados a 220.000 cada año para frenar el descontento que, en opinión de los analistas, favorece la llegada al Bundestag de un partido de extrema derecha.
Tampoco faltaron referencias a la propuesta de reformas comunitarias planteadas en septiembre por el presidente francés, Emmanuel Macron. Sobre estas modificaciones, el nuevo Gobierno alemán garantizó que trabajará estrechamente con Francia para reforzar la zona euro.
En concreto, Merkel aprovechó el acto de presentación del acuerdo con Schulz para plantear su primera medida de reforma económica: Convertir el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) en un fondo monetario bajo el control del Europarlamento.
En el texto suscrito por conservadores y socialdemócratas también se subraya que el principio rector de la UE deberá ser a partir de ahora la solidaridad entre los estados miembros y, para demostrarlo, Merkel anunció que su país elevará su aportación anual de $ 29.455 millones en el próximo presupuesto comunitario.
Para justificar el cambio de postura del SPD, que tras elecciones federales celebradas en septiembre juraron que pasarían a la oposición, Martin Schulz dijo que gracias a su partido se incrementará el gasto destinado a la construcción de viviendas, a la educación y a la investigación, y que tiene el compromiso formal de la canciller para aumentar la asignación por hijo que en Alemania se aplica a las familias.
Pese a estas aparentes conquistas, los socialdemócratas siguen pensando que su debacle electoral de septiembre, donde obtuvieron el peor resultado de su historia, se debe a su reiterado apoyo a los dos anteriores ejecutivos de Angela Merkel.
Para discutir los términos de este nuevo acuerdo de gobierno, el SPD anunció ayer la celebración de un congreso extraordinario el próximo 21 de enero en Bonn. Será en ese foro que la militancia socialdemócrata alemana aprobará o revocará en votación la gestión de su presidente, Martin Schulz, y el pacto alcanzado con Merkel para gobernar Alemania durante los próximos cuatro años.
La UE está aliviada
“Alemania es uno de los motores de la UE y la estabilidad alemana tiene un impacto en el conjunto”, indicó el primer ministro búlgaro, Boiko Borisov, durante el lanzamiento oficial de su presidencia pro tempore del bloque.
El titular de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se dijo “completamente satisfecho” de la parte de política europea del acuerdo, calificándola de “contribución positiva y orientada hacia el futuro”.
El pacto alivia no solo las instancias comunitarias, sino también las capitales.
Los expertos consideran que envía una señal para el presidente francés, Emmanuel Macron, en primera línea desde la reforma de la UE. (I)
El acuerdo
Aún necesitan luz verde
La decisión de los socialdemócratas de entrar en un nuevo gobierno de coalición con los conservadores debería recibir la luz verde de los delegados del partido en un congreso extraordinario previsto para el 21 de enero y cuyo desenlace es incierto.
24 horas duró la última sesión maratoniana que se efectuó con el partido socialista en Berlín.
La acogida a los refugiados
Alemania acogió a más de un millón de refugiados entre 2015 y 2016, lo que supuso para Angela Merkel un aluvión de críticas y el avance de la extrema derecha en la opinión pública. (I)