El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) volvió a sacudir el tablero político de México. Desde Chiapas, donde autogobierna en 7 municipios rebeldes desde hace 22 años, el grupo armado anunció que estudia la posibilidad de lanzar a una mujer indígena como candidata a la presidencia del país.

“Nos declaramos en asamblea permanente y consultaremos en cada una de nuestras geografías, territorios y rumbos el acuerdo de este Quinto Congreso Nacional Indígena (CNI) para nombrar un consejo indígena de gobierno cuya palabra sea materializada por una mujer indígena, delegada como candidata independiente que contienda a nombre del Congreso Nacional Indígena y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el proceso electoral de 2018 para la presidencia de este país”, dice el comunicado difundido el 14 de octubre al término del 20 aniversario del CNI, del cual el EZLN es parte, al igual que otras organizaciones de pueblos indígenas de diversas regiones de México.

En los comicios de 2006, cuando de nueva cuenta los partidos históricos competían por el poder en México, el EZLN emprendía ‘La otra campaña’, un recorrido por el país encabezado por el subcomandante Marcos para denunciar injusticias y acompañar causas no partidarias.

De cara a las elecciones de 2018, el zapatismo anuncia que podría lanzarse a la pelea de votos porque diagnostica una descomposición social tan grave -“panorama de muerte, violencia, despojo y destrucción”- como para modificar uno de sus principales preceptos, la distancia irremediable con todo lo que implique partidos e instituciones políticas.

Tan polémico es el anuncio que, aún sin saber si se concretará formalmente la candidatura indígena-zapatista, la sola posibilidad causa revuelo, tanto entre detractores como partidarios.

Activistas y defensores de la propuesta política del EZLN reaccionaron incrédulos: muchos signos de pregunta y otros tantos silencios hubo en redes sociales después de conocerse la novedad. Pero también hubo quienes festejaron, como el escritor Mario Bellatin: “Mujer indígena -y no maquillada de blancas como las que ya lo intentaron y lo intentarán- para presidente… me volvieron las ganas de volver a las urnas”, dijo en su cuenta en Twitter donde otras personas soltaron críticas que en general reclaman presunta traición a la independencia y trayectoria del movimiento zapatista. Quien respondió con mayor virulencia fue el político Andrés Manuel López

Obrador, líder del nuevo partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), quien -todo indica- competirá por tercera vez por la presidencia de México.

“Muy ‘radicales’ han llamado a no votar y ahora postularán candidata independiente”, criticó primero desde su cuenta en Twitter y después siguió tirando golpes. López

Obrador culpó al EZLN de “hacerle el juego” al Gobierno para que no exista cambio de régimen; de traicionar sus ideales y también de hechos del pasado, de “indirectamente ayudar al fraude electoral de Felipe Calderón”, en 2006.

Distintas fueron las reacciones de otros partidos: el oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el conservador Acción Nacional (PAN) se mantienen en silencio mientras el de la Revolución Democrática (PRD) aplaudió la posibilidad, tal vez como guiño en busca de alianzas. “Postularse sin partido político ya es un derecho, y quien decida hacerlo: bienvenido”, dijo Alejandra Barrales, presidenta nacional del PRD.

Celebró el anuncio Jorge G. Castañeda, político de tradición conservadora y uno de los impulsores de las candidaturas independientes: “Es una gran noticia. Para eso sirven las candidaturas sin partido; para que personas, organizaciones o grupos regionales puedan hacer política electoral sin pasar por un partido, si estos no les gustan o convencen”.

También el obispo de Chiapas, Felipe Arizmendi, opinó: “Es un giro histórico, digno de ser resaltado y comentado porque marca un camino legal e institucional para luchar por un cambio de rumbo en nuestra patria”.

Intelectuales ligados al movimiento zapatista también defienden el viraje. Luis Hernández Navarro, siempre ligado a causas indígenas y magisteriales, resalta que la nueva forma de acción, a la cual llaman EZLN-CNI, “permite otra vez colocar a los indígenas y su problemática en el centro de la agenda política nacional. De construir el poder de los de abajo. La decisión no implica el ingreso del EZLN a la lucha política: los zapatistas siempre han estado allí”.

El exsubcomandante Marcos, quien ahora se nombra subcomandante Galeano en homenaje a un zapatista asesinado en 2014, esperó a leer y escuchar las reacciones para volver a la escena política este viernes. Lo hizo con un extenso texto en el cual, entre preguntas y comentarios, se burla de lo “histéricos” que se pusieron políticos y partidos ante el anuncio de la candidatura de una mujer indígena. Dejó entrever que la apuesta busca hacer contraste entre una mujer de abajo y Margarita Zavala, mujer rica y esposa del expresidente Felipe Calderón, quien probablemente será la candidata del partido conservador.   

“A usted que lee esto -inquiere el texto del subcomandante Galeano-, ¿le molestaría ver y escuchar un debate entre la Calderona de arriba, con sus ropas ‘típicas’ de marcas exclusivas, y una mujer de abajo, indígena de sangre, cultura, lengua e historia? ¿Le interesaría más escuchar lo que prometa la Calderona o lo que proponga la indígena? ¿No querría asomarse a ese choque entre dos mundos?”.

Sea ese u otro el objetivo del polémico anuncio, el título de su comunicado tiene particular simbolismo: “Que retiemble en sus centros la Tierra”, dicen los zapatistas al repetir una estrofa del Himno Nacional que prosigue “al sonoro rugir del cañón”. (I)