Más drones fueron avistados sobrevolando París
Instalaciones nucleares estratégicas, presidencia y ahora Paris by night: las autoridades francesas no logran disipar el misterio de los sobrevuelos de drones que las traen de cabeza desde hace meses, pero que, aseguran, no plantean riesgos.
Menos de dos meses después de los atentados que dejaron 17 muertos en París, la capital fue sobrevolada por drones la madrugada el miércoles, por segunda noche consecutiva, según una fuente policial.
"No hay que preocuparse", declaró el portavoz del gobierno, Stéphane Le Foll, aunque reconoció al mismo tiempo que los poderes públicos "toman muy en serio" ese fenómeno, que deja perplejos a los investigadores.
Los vuelos del dron o los drones fueron avistados la madrugada del miércoles en varios sitios, entre ellos las cercanías de la Asamblea Nacional y la plaza de la Concordia, cerca de la cual se encuentra la embajada de Estados Unidos, ya sobrevolada la víspera.
Pero, una vez más, ningún piloto de esos aparatos teledirigidos puedo ser localizado, y ninguna organización reivindicó las acciones.
La vista de los drones es facilitada por la presencia masiva de fuerzas de seguridad en París, donde el dispositivo de vigilancia fue reforzado después de los atentados de enero.
"Muchos edificios sensibles están protegidos, y como ahora se pide a las fuerzas del orden que vigilen atentamente el cielo, los drones son rápidamente avistados", explicó una fuente policial.
No hay avances
La justicia abrió una investigación el martes, tras los vuelos de la noche precedente. "Pero no hay avances notables", indicó una fuente cercana al caso.
Puede tratarse de bromistas que prueban un nuevo juguete, fotógrafos aficionados que se divierten burlándose de las autoridades o militantes que desean denunciar fallas de seguridad. Pero también de criminales que utilizan los drones para localizar sus objetivos. Nada se sabe sobre los móviles ni las características de los pilotos.
"No me extrañaría que en unos días aparezcan en Youtube vídeos de sobrevuelo de la capital", afirma un policía.
La pista "terrorista está excluida a priori, aunque no totalmente descartada", pero las autoridades investigan seriamente los vuelos porque "no podemos descuidar ninguna hipótesis", señaló la fuente cercana al caso.
El problema de los drones "misteriosos" no es nuevo en Francia, donde diversos aparatos de ese tipo fueron vistos cerca de instalaciones protegidas, como centrales nucleares.
Algunos de esos vuelos se realizaron simultáneamente en lugares situados a cientos de kilómetros de distancia, lo que hace privilegiar la tesis de operaciones coordinadas. Pero en la mayoría de estos casos tampoco pudieron ser identificados los pilotos.
Uno de esos vuelos, realizado la madrugada del 29 de enero, tuvo lugar cerca de un sitio estratégico, la base de Brest, en el oeste del país, que alberga los submarinos nucleares franceses y es considerada la instalación más protegida de Francia.
Hace poco más de un mes, el 20 de enero, el palacio presidencial del Elíseo fue sobrevolado también por un dron.
Francia no es la única, recordó el miércoles Le Foll, citando precedentes sobrevuelos de la cancillería alemana y el caso del pequeño dron que cayó el 26 de enero en el jardín de la Casa Blanca.
La amenaza potencial de esos aparatos es difícil de evaluar. Los más rudimentarios deben ser teledirigidos desde cerca por un operador oculto, pero otros modelos más sofisticados pueden ser programados y son virtualmente indetectables. Y están disponibles en los comercios por 350 ó 400 euros.
Ciertos expertos señalan que su levedad limita en principio la capacidad de transportar cargas de cierto peso, por ejemplo explosivos.
No obstante, las autoridades no desdeñan la posibilidad de peligro, "no por el nivel de los drones actuales, sino porque es una amenaza que aumentará", declaró recientemente el jefe de estado mayor de la fuerza aérea francesa, general Denis Mercier.