El gobierno de Mauricio Macri se juega hoy una batalla crucial en el Senado. La oposición peronista intentará aprobar un proyecto de ley que cuenta ya con media sanción en Diputados y que retrotrae las tarifas de los servicios públicos a noviembre último. El que pierda deberá pagar un alto costo político.

Se va a aprobar la ley “con el voto mayoritario del peronismo”, afirmó a EL TELÉGRAFO el exjefe de gabinete de Néstor Kirchner y actual referente del peronismo Renovador, Alberto Fernández.

La iniciativa se tramita en medio de una fuerte caída en la imagen del presidente, que está dispuesto a vetar la ley en caso de aprobarse. El mandatario busca bajar el déficit fiscal y en ese marco el “tarifazo” en los servicios públicos –después de una década de congelamiento y de subsidios estatales- es considerado esencial en un plan monitoreado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) que negocia un préstamo de al menos $ 30.000 millones.

La ley, según el gobierno, significaría un costo fiscal de 6.000 millones de pesos ($ 240 millones).

Macri, en un discurso grabado y transmitido el lunes, jugó sus últimas cartas para evitar que el proyecto se convierta en ley: eligió polarizar con la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, un plan que le sirvió para llegar a la presidencia debido al rechazo que la figura de la actual senadora genera en las clases medias. El presidente le pidió a la oposición peronista que “no se deje conducir por las locuras que impulsa Cristina Fernández”.

La exmandataria, que transita un perfil bajo, contraatacó con un tuit: “Tratar de loca a una mujer. Típico de “machirulo” (término feminista contra un machista, ndr). Los argentinos, en las redes sociales, no hicieron más que hablar de esa palabra “millenial”.

Y es que Macri intentó pasarle la responsabilidad a “Cristina”, como la conocen todos en su país, cuando el proyecto “anti-tarifario” lleva la autoría del Frente Renovador, una de las ramas en que está dividido el peronismo y que fue un férreo opositor del kirchnerismo.

“Macri hizo exactamente lo contrario que la ciencia política recomendaba hacer (al confrontar con Cristina). Después de eso nadie va a querer votar otra cosa que no sea la ley para no quedar pegado a Macri”, mencionó Alberto Fernández, quien se alejó del gobierno de la expresidenta en 2008.

El dirigente cree que Macri vetará finalmente la ley. El presidente “ya está pagando un costo político mucho más fuerte” con los aumentos en las tarifas. “Será un poco más de costo que paga”. Su cuestionamiento a la exmandataria “dejó en evidencia su debilidad. Recurre una vez más a aventar el fantasma de Cristina para tratar de lograr lo que no puede con política, que es la adhesión de los senadores que en otro momento lograba con facilidad”, enfatizó.

El peronismo, fragmentado en el Congreso, se muestra esta vez unido contra el “tarifazo”. Según el sitio Chequeado.com, entre 2015 y 2017 la electricidad (562%), el agua (338%) y el gas (223%) aumentaron muy por encima de los sueldos del sector privado (72%). Los últimos incrementos se registraron en abril y mayo.

En el Senado, el peronismo necesita 37 votos, una mayoría simple para aprobar la ley. Es claro que un eventual triunfo peronista allanará la unidad del partido y una derrota será un revés duro de digerir porque significará que legisladores de este sector voten junto al oficialismo, algo que sucedió con otras leyes polémicas como la reforma provisional aprobada el año pasado.

“En el peronismo todos están poco a poco poniéndose de acuerdo en que la unidad es necesaria para pensar en gobernar en 2019. Creo que ya nadie en la intimidad dice que se puede hacer otra cosa que estar unidos. Siento que eso es inevitable, es un camino que ya empezó y terminemos todos juntos. Después habrá que resolver quién es el candidato. No hay otro espacio que no sea el peronismo o el macrismo. No existe un tercer espacio en qué construir una alternativa”, expresó Fernández. (I)