Las asociación humanitaria Madres de Plaza Mayo celebró ayer  el 35 aniversario de su primera marcha en reclamo de sus hijos desaparecidos en la última dictadura argentina (1976-83), cuyos jerarcas están detenidos por crímenes políticos, incluido el ex dictador Jorge Videla.

“Este en realidad es un día de festejo para las Madres porque después de 35 años conseguimos que los asesinos estén en prisión. Es un logro de las Madres”, expresó  la titular de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, de 83 años, quien tiene dos hijos desaparecidos.

El 30 de abril de 1977, en pleno apogeo represivo de la dictadura, un grupo de madres se reunió por primera vez en la histórica Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada (de gobierno), para reclamar por sus hijos secuestrados y, desde entonces, todos los jueves repiten su demanda, ataviadas con el mítico pañuelo blanco en sus cabezas.

Hebe de Bonafini, una aliada de la presidenta Cristina Fernández, señaló que las Madres comenzaron a usar el pañuelo   en 1977 cuando asistieron a una tradicional caminata religiosa de unos 80 km hacia la Basílica de Luján, pero como muchas no se conocían entre ellas, para identificarse se colocaron en sus cabezas un pañal de gasa de sus hijos que aún conservaban