Una comisión de las Naciones Unidas reconoció ayer la creciente presencia de elementos extranjeros dentro de los grupos armados opositores en Siria y el incremento de la cantidad y calidad del armamento en su poder.

En un informe difundido ayer en Ginebra, el equipo creado por el Consejo de Derechos Humanos (CDH) afirmó que las fuerzas antigubernamentales cuentan con morteros, ametralladoras pesadas, antiaéreas y misiles antitanques y antiaéreos.

Asimismo, confirmó que parte de los pertrechos fueron introducidos en Siria desde varios países vecinos.

Sobre los elementos extranjeros presentes en las fuerzas opositoras en Idlib, Latakia y Alepo, el reporte señaló que  ellos están vinculados a otros grupos extremistas y coordinan sus acciones con el opositor Ejército Libre de Siria.

La comisión opinó que al acercarse el segundo año de crisis en ese país, el conflicto adquiere una naturaleza cada vez más sectaria, que “brinda una motivación para la incorporación de otros actores”.

La violencia por el conflicto interno en Siria ha causado más de 44.000 muertos desde el comienzo de la rebelión contra el régimen de Bashar al Asad hace 21 meses.