La nube de ceniza paraliza vuelos en la región y Australia
La nube de ceniza del volcán chileno Puyehue, que entró en erupción hace 10 días y se desplaza por el hemisferio sur arrastrada por el viento, forzó ayer una nueva ola de cancelaciones de los servicios aéreos de Argentina, Uruguay, Brasil y Australia.
Hasta el cierre de esta edición, los vuelos de los dos aeropuertos de Buenos Aires, los mayores de Argentina, y el aeropuerto Carrasco de Montevideo se mantenían suspendidos hasta nuevo aviso, en ambos casos por tercera vez en una semana, mientras por igual motivo la empresa australiana Qantas ha cancelado todas sus conexiones con la isla de Tasmania (sur) y Nueva Zelanda. Las aerolíneas brasileñas en tanto anunciaron ayer la cancelación de vuelos con Argentina y Uruguay.
La cancelación de los vuelos en Argentina afectaban el aeropuerto porteño Jorge Newbery (cabotaje y limítrofes) y en el internacional de Ezeiza, cuya cartelera anunciaba el lunes que estaban cancelados los 14 vuelos previstos entre las 12:00 y las 17:00, cuando el comité de crisis tenía previsto volver a reunirse.
Las cenizas del volcán Puyehue seguirán su dirección hacia Argentina por lo menos hasta mañana, mientras la actividad del macizo debiera concluir en una semana, explicaron expertos a la AFP. De acuerdo con las proyecciones, vientos locales seguirán soplando con dirección sudeste en los próximos tres días, afectando directamente el sur de Argentina, como ha ocurrido desde el inicio de la erupción, el sábado 4 de junio, según los servicios de meteorología chilenos.
La dirección de los vientos mantendrá la actual dispersión de cenizas hacia el este, que las ha llevado a desplazarse a más de 10.000 km a través de los océanos Atlántico e Índico, llegando a Australia y Nueva Zelanda y afectando el espacio aéreo comprendido en este rango.
Tras ello, lejos de su habitual ritmo frenético, solo algunos pasajeros resignados y a la espera de un cambio en la situación climática permanecían en el aeropuerto de Ezeiza (32 km al sur), donde los mostradores de casi todas las compañías estaban cerrados. “Nos comemos las uñas de la ansiedad. Tengo que volver a Guayaquil (Ecuador) porque no consigo aquí los medicamentos para seguir un tratamiento médico”, manifestó Talía, a quien el viernes le reprogramaron el vuelo para este lunes, cuando se lo volvieron a cancelar.
En ese aeropuerto que normalmente acoge a miles de viajeros diariamente, los comercios lucían prácticamente vacíos, salvo algunas cafeterías donde los pasajeros permanecen varias horas para matar el tiempo, aunque la mayoría aguarda pacientemente en los asientos ubicados en los salones.
“Este lunes (ayer) todavía no abrí la caja. En días normales facturamos hasta unos 6.000 pesos (unos 1.500 dólares) diarios, pero hoy, nada”, dijo una aburrida Noelia López, encargada de un comercio que vende souvenirs con los colores del club Boca Juniors, el más popular de Argentina y muy conocido en el exterior.
La propagación de las cenizas del volcán chileno que entró en erupción el 4 de junio está causando fuertes perjuicios en las patagónicas ciudades turísticas de Bariloche (1.600 km al sudoeste), que tiene su aeropuerto cerrado desde hace una semana, y Villa La Angostura, a menos de 40 km del volcán Puyehue.
En la exclusiva Villa La Angostura, enclavada a orillas del Lago Nahuel Huapí entre montañas nevadas, la ceniza tapiza sus calles a una altura de hasta medio metro, mientras las clases siguen suspendidas.