El enviado de las Naciones Unidas y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, reprobó ayer con contundencia una posible intervención militar en Siria y explicó que esta opción empeoraría la situación en el país, adonde viajará el próximo sábado para mediar en el conflicto.

El ex secretario general de las Naciones Unidas se entrevistó ayer en El Cairo con el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, quien, por su parte, reiteró la necesidad urgente de que se ponga fin a los combates y se permita la llegada de ayuda humanitaria a las zonas más castigadas.

Ante la posibilidad de intervenir militarmente en Siria (una de las opciones que ha ganado fuerza a nivel internacional tras las últimas semanas de ofensiva por parte del régimen del presidente sirio, Bashar Al Asad), Kofi Annan llamó la atención sobre los efectos negativos que esto acarrearía.

Mientras tanto, Siria aceptó lo que denominó la visión china para encontrar una solución a los problemas internos y expresó su disposición a aplicarla, pero consideró que todo arreglo depende también de la voluntad de las fuerzas externas que azuzan la crisis.

“En una crisis en la que están involucradas varias partes, todas deben cooperar y contribuir a resolverla; en el caso sirio no importa que el gobierno esté dispuesto a cumplir este o aquel plan, si las otras partes no se suman al proceso con igual voluntad”, aclaró el doctor en Ciencias Políticas Bassam Abu Abdullah.