Los aspirantes a la nominación republicana y demócrata, Donald Trump y Hillary Clinton, respectivamente, enfrentan serios desafíos a sus posibilidades de unificar a ambas agrupaciones.

Los dos favoritos llegaron este martes a las primarias de Oregón y Kentucky con la nominación casi asegurada pero con el reto de unificar a los votantes tras su candidatura y los resultados hablarán a sus fortalezas y dificultades potenciales antes de noviembre.

Resulta llamativo que en la actualidad los analistas estiman que son dos potenciales rivales en las presidenciales que no convencen a la mitad de los que votarán, uno porque no gusta (Trump) y el otro (Clinton) porque no inspira confianza.

En el caso de Hillary debe tratar de frenar a su rival el senador Bernie Sanders quien dice permanecerá en la campaña hasta el conteo del último voto.

No obstante la repartición de los delegados hasta ahora favoreció a la fémina pese a fracasar en varias primarias.

En las urnas hoy se reparten 116 delegados y según pronósticos Sanders probablemente se llevará apenas un puñado más que la ex secretaria de Estado, quien tiene un fuerte respaldo del voto de la comunidad afronorteamericana en Kentucky.

Sanders le pisa los talones a Clinton en cuanto a delegados comprometidos con el voto popular y difícilmente puede dar un vuelco a la situación, pues el reparto proporcional de los cupos en el lado de los demócratas conspira contra su empeño sin descontar que el margen de apoyo a la fémina de los superdelegados es abismal en proporción (18 a 1).

Si los superdelegados demócratas -los líderes del partido que pueden votar por cualquier candidato- se toman fuera de la ecuación, Sanders todavía necesitaría ganar alrededor de dos tercios de los restantes delegados comprometidos para llevarse a Clinton.

Mientras entre los republicanos el ejercicio de este martes es una carrera de su solo hombre, Trump, pero eso no significa que tendrá un camino fácil para unificar al partido rojo.

Oregón, con un voto moderado mayoritario debe proporcionar una pista sobre como le irá al magnate neoyorquino con este importante sector partidista en noviembre. (I)