La plenaria de la Cumbre del Mercosur que se realiza en Asunción vio 'fuego cruzado' entre los representes de los gobiernos de Venezuela y Argentina.

En una de las primeras intervenciones, el mandatario argentino, Mauricio Macri, pidió "la pronta liberación de los presos políticos en Venezuela", uno de los temas que marcaron su camino electoral hacia la Presidencia.

"En los estados parte de Mercosur no puede haber lugar a persecuciones ideológicas (...) Mi visión de la democracia va mucho más allá que acudir a las urnas cada cierta cantidad de tiempo. La democracia es una forma de vida, un pacto de convivencia, porque esa es la diversidad con la que nos enriquecemos", añadió el gobernante de derecha, muy cercano a Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, sentenciado por liderar las manifestaciones de 2014 que dejaron decenas de víctimas mortales en Venezuela.

Como respuesta, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, le dijo a Macri -mirándolo a los ojos- que "está haciendo injerencismo en los asuntos de Venezuela" y que defiende la violencia de grupos políticos en Venezuela.

La jefa de la diplomacia venezolana, además, manifestó que no le sorprende el comportamiento de Macri teniendo en cuenta que, según ella, una de sus primeras acciones en el Gobierno será dar paso atrás a juicios pòr delitos de Lesa Humanidad en Argentina e, incluso, iniciar acciones contra la activista Hebe de Bonafini, de Abuelas de Plaza Mayo, por convocar a manifestaciones contra el nuevo inquilino de Casa Rosada. (I)