El subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, Ariel Ávila, aseguró hoy que las delegaciones del Gobierno colombiano y de las insurgentes FARC-EP están muy cerca de firmar el cese el fuego bilateral y definitivo.

Los dos equipos, reunidos en Cuba desde 2012, lograron también avances en asuntos claves para el fin de conflicto como la dejación de armas o desarme de los guerrilleros y la definición de las zonas donde estarán inicialmente ubicados, comentó el experto en declaraciones a BluRadio.

En ambos casos, los protocolos están prácticamente terminados, añadió Ávila luego de anticipar que probablemente en unas dos semanas pueda decretarse el silenciamiento de todos los fusiles, precisó la emisora de alcance nacional.

Los representantes gubernamentales y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) reanudarán las conversaciones en La Habana a partir de mañana, luego de una pausa para consultas.

Según la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, los voceros del Ejecutivo planificaron varias reuniones con el presidente Juan Manuel Santos a fin de revisar los puntos de la agenda aún por dilucidar del todo.

Ese grupo prevé permanecer en la capital cubana de manera ininterrumpida hasta el 5 de julio, en busca de progresos en los diálogos encaminados a terminar la larga conflagración mediante una solución política.

La semana previa durante un panel sobre la paz en Medellín, Antioquía, el mandatario confirmó que ya están en Colombia los delegados de la ONU encargados de preparar la supervisión del cese el fuego bilateral y la dejación de armas.

Una comisión coordinada y financiada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y compuesta por observadores latinoamericanos y caribeños verificará el cumplimiento de esas dos etapas, una vez en vigor.

La reincorporación a la vida civil de los ahora combatientes y el mecanismo mediante el cual el pueblo refrendará todo lo pactado, son dos de las cuestiones pendientes que serán debatidas en la mesa de concertación en fecha próxima, amplió el politólogo.

Única en el continente, la guerra interna ha dejado unos 300 mil muertos, seis millones de desplazados de sus lugares de origen y al menos 45 mil desaparecidos. (I)