Fujimori y Humala van tras los votos de los indecisos
Con las encuestas arrojando un empate técnico entre los candidatos y a una semana de las elecciones presidenciales peruanas, Ollanta Humala y Keiko Fujimori protagonizaron un debate sin sorpresas en el que intentaron captar el voto indeciso que puede definir los comicios.
Las encuestas que ayer fueron publicadas por última vez antes de la contienda, según manda la ley, sitúan en menos de un punto porcentual la distancia entre Fujimori y Humala, y añaden que un 20% de la población aún no tenía decidido su voto hace solo unos días.
Con el hotel Marriot de Lima como escenario, el último debate, celebrado la noche del domingo y transmitido por radio y televisión, permitió ver la desenvoltura de ambos candidatos frente a las cámaras, antes de los últimos cuatro días de mítines en plazas públicas.
A falta de anuncios novedosos, lo más interesante del debate fueron los ataques que se lanzaron uno y otro candidato con el objetivo de resaltar las debilidades de su oponente.
Fujimori criticó los cinco planes de gobierno presentados por Humala durante la campaña y la incertidumbre que pueden generar los proyectos del nacionalista de cambiar la Constitución y algunos tratados económicos.
Por su parte, Humala, que vistió un traje negro acompañado de una corbata azul, centró sus ataques en recordar los casos de corrupción y de violación de derechos humanos que se registraron durante el gobierno de Alberto Fujimori, con su hija Keiko como primera dama.