El líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, y el presidente Raúl Castro asistieron a la sesión constitutiva de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su Octava Legislatura (2013-2018) en el capitalino Palacio de Convenciones.

Durante la reunión quedarán instalados en sus puestos los 612 diputados electos en los comicios generales del pasado 3 de febrero, quienes realizarán un juramento de cara a sus responsabilidades ante los votantes.

Una vez constituida la nueva Asamblea, los legisladores escogerán a la presidencia del Parlamento y a los 31 miembros del Consejo de Estado.

La Octava Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular cubana quedó constituida luego de jurar los diputados a sus responsabilidades como parte del órgano supremo del poder del Estado que representa la voluntad del pueblo.

En el capitalino Palacio de Convenciones, sede habitual del Parlamento, los elegidos en los comicios del 3 de febrero presentaron los certificados que los acreditan como diputados y firmaron sus juramentos, con un por ciento de asistencia del 98,37.

Con el juramento, leído por la diputada más joven, Lisette Conde, se comprometieron a guardar lealtad a la Patria, respetar y hacer respetar la Ley, ser un servidor del pueblo y la comunidad así como cumplir las obligaciones adquiridas con el cargo.

Por su parte, la presidenta de la Comisión Electoral Nacional, Alina Balseiro, detalló la composición de la Asamblea, la cual se renovó en un 67 por ciento y el promedio de edad de sus integrantes es de 48 años.

También señaló que el 48,86 por ciento son mujeres; el 37,09 negros y mestizos y el 82,68 graduados universitarios.

De acuerdo con Balseiro, el Parlamento lo integran representantes de los diferentes sectores de la sociedad, incluidos obreros, campesinos, maestros, médicos, científicos, escritores, artistas, líderes religiosos, estudiantes, dirigentes políticos, empresarios, deportistas y miembros de las instituciones armadas.

Aproximadamente la mitad de los candidatos electos, el 46,41 por ciento, fueron propuestos en asambleas vecinales y luego seleccionados concejales municipales durante los últimos meses del año pasado, mientras el resto fue nominado por comisiones de candidatura integradas por organizaciones de la sociedad civil.

Los diputados cubanos no reciben ninguna remuneración por ejercer dicha responsabilidad, dado que esta función no se profesionaliza sino se simultanea con las otras ocupaciones.