Que los niños tengan un celular en la mano no es del todo malo. A esa conclusión llegaron diversos estudios de entidades como Chicos.net o Banedi.

Es cierto que las pantallas portátiles pasan a manos de las personas a menor edad, cada vez. Pero, es importante considerar que puede ser una herramienta de ayuda para mejorar el aprendizaje.

Por eso, Mariela Reiman, directora de Chicos.net, habla de 'crianza digital' en La Nación de Argentina. “Para eso se puede tomar el criterio de las 3 C para evaluar el tiempo de pantallas: Contenidos (qué hacen), Contexto (cuándo) y Conexiones (con quiénes) ayudan a pautar de modo positivo el tiempo de pantallas. Así, la familia irá aprendiendo a gestionar la conexión, eligiendo momentos y espacios de conexión y desconexión de las tecnologías. Por ejemplo: dejar los dispositivos cuando estamos en la mesa, antes de dormir, en las salidas al aire libre, cuando estamos con amigos/as. También es importante evitar usar los dispositivos para que estén tranquilos”.

Sandra Berta, creadora de la herramienta Banedi, explica en el mismo medio que se debe marcar una diferencia en el tiempo compartido entre la familia. Ella habla de leer un libro, comentar una película, compartir un juego o cualquier actividad que implique un diálogo. Obviamente, en ese momento ninguno debe estar conectado a una pantalla.

Los estudios previos ya determinaron que mucho tiempo en la pantalla puede afectar el desarrollo social de los niños. Por eso, también se deben establecer horarios que no pueden pasar más allá de las 20:00.