Cuatro pacientes en estado crítico, entre ellos tres niños, salieron ayer de Guta Oriental, cifra aún alejada de los centenares de enfermos que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pide evacuar de este enclave rebelde cercano a Damasco, que vive una crisis humanitaria.

Sitiada desde 2013 por las tropas del régimen sirio de Bashar al Asad, la Guta Oriental, región situada al este de la capital, sufre una grave escasez de alimentos y medicamentos, lo que llevó a la ONU a dar la voz de alarma en repetidas ocasiones.

El martes en la noche cuatro pacientes, tres niños y un adulto, dejaron Duma, la mayor ciudad de Guta, y fueron trasladados a hospitales de Damasco. Los evacuados son “una niña hemofílica, un niño con síndrome de Guillain-Barré (enfermedad del sistema nervioso), un niño con leucemia y un hombre que necesita un trasplante de riñón”, indicó un responsable de la Media Luna Roja, Ahmed al Saur.

La Sociedad Médica Siria Americana (SAMS, por sus siglas en inglés) comunicó que los primeros cuatro evacuados forman parte de una lista de 29 pacientes que abandonarán Guta Oriental en los próximos días, entre quienes se encuentran 18 menores y cuatro mujeres con enfermedades cardíacas, cáncer y fallos renales.

También hay casos que requieren de cirugía avanzada para la que no se dispone de equipamiento en el área.

Las cifras están aún lejos de las que marcó la ONU, que reclamó las evacuaciones de casi 500 enfermos. Por el asedio, la escasez de suministros sanitarios y el bloqueo a las evacuaciones, 16 personas murieron desde noviembre.

Ya sea para las evacuaciones médicas o para la llegada de ayuda humanitaria destinada a los 400.000 habitantes de Guta, nada puede hacerse sin la autorización del Gobierno sirio.

Así, el Gobierno de Damasco llegó a un acuerdo con el grupo rebelde Ejército del Islam, que ayer se preparaba para liberar a cinco prisioneros -capturados durante los combates con las fuerzas del régimen- a cambio de la evacuación de 29 personas enfermas graves.

Los prisioneros están en cárceles del Frente al Nusra, antiguo nombre de la antigua filial siria de Al Qaeda, según un comunicado del grupo rebelde publicado en Telegram.

“Aceptamos la salida de  prisioneros (...) a cambio de la evacuación de los casos humanitarios más urgentes”, precisó el movimiento rebelde en un comunicado.

“La operación es una etapa positiva, que aportará un poco de alivio a la población de Guta Oriental, especialmente a los que necesitan desesperadamente cuidados médicos vitales”, señaló Igny Sedky, portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

“Esperamos que estas evacuaciones médicas sean solo un principio”, añadió. “Para las organizaciones humanitarias es vital aportar ayuda, de manera regular y sin condiciones” en Guta.

Unas 400.000 personas están atrapadas en la región sitiada, de quienes la mitad se calcula que es de menores.

El portavoz de la Defensa Civil siria en Guta Oriental, Mahmud Adam, dijo que “la situación humanitaria es complicada por el asedio por parte del régimen”. “No hay medicinas ni equipamiento sanitario, tampoco hay electricidad ni gas ni combustible”, lamentó Adam, cuya organización presta labores de rescate en zonas fuera del control del Gobierno. (I)

Situación
Desnutrición
Un estudio de la Unicef determinó que en 27 localidades de Guta Oriental, el 11,9% de los niños menores de cinco años sufre de desnutrición grave, el mayor porcentaje registrado en Siria desde el comienzo del conflicto en 2011.  

16 personas fallecieron desde noviembre por falta de atención médica y malnutrición.

Distensión
Guta es una de las cuatro “zonas de distensión” en Siria, definidas en mayo por Rusia e Irán, aliados del régimen.