El miedo a la quiebra de Grecia hunde a las bolsas
Las bolsas europeas, con caídas de hasta el 4%, vivieron ayer una jornada negra arrastradas por el desplome de los bancos, que ya han comenzado a descontar el impacto que tendría en sus cuentas la quiebra de Grecia y que se calcula en unos dos billones de euros.
Ante ello, la Eurozona aseguraba ayer que “hace todo” lo posible para impedir que Atenas declare el impago de su deuda. Los bancos centrales están dispuestos a facilitar la liquidez necesaria a las entidades financieras en dificultades, afirmó Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE) y portavoz del Banco de Pagos Internacionales (BPI).
Alemania, primera economía y primer contribuyente a los planes de ayuda de la Unión Europea, subrayó que quiere que Grecia siga siendo miembro de la Eurozona.
Paralelamente, el secretario de Estado de Finanzas griego, Filipos Sajinidis, reconoció que Atenas tan solo tiene efectivo para pagar sueldos y pensiones hasta octubre, y que la llegada del sexto tramo del primer rescate (12.000 millones de euros) es esencial para evitar el impago.
La Unión Europea ha acordado hasta ahora tres planes de rescate para países de la zona euro y trabaja en el segundo plan para Grecia por el valor de 160.000 millones de euros para el período 2011-2014 determinados en la cumbre de la Eurozona del pasado 21 de julio.
El primer rescate al país heleno contempla un paquete de préstamos de 110.000 millones de euros; el programa de asistencia financiera a Irlanda es de 85.000 millones de euros y el de Portugal, 78.000 millones.
Sin embargo, el riesgo de que Grecia se convierta en el primer integrante de la Eurozona en declarar un default (cese de pagos) volvió a hundir los mercados, temerosos además de un efecto contagio en primer lugar a los países más frágiles de la Unión Europea como Irlanda y Portugal, y luego hacia Italia y España, tercera y cuarta economías europeas. Es así como el temor hundió las bolsas, disparó las primas de riesgo de algunos países y castigó la cotización del euro.
Al cierre, París perdió 4,03%, Fráncfort 2,27%, Madrid 3,41%, Milán 3,89% y Lisboa 4,19%. Londres limitó las pérdidas a 1,63%.
Pese al derrumbe europeo, Wall Street cambió ayer el rumbo bajista de la jornada en la recta final de la sesión y finalmente el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, cerró con un avance del 0,63 % con el que reconquistó la barrera de los 11.000 puntos perdida el viernes pasado.
Según datos provisionales al cierre de la sesión, ese indicador, que agrupa a treinta de las mayores empresas cotizadas en Estados Unidos, sumó 68,99 puntos para terminar en 11.061,12 unidades, al tiempo que el selectivo S&P 500 subió el 0,7 % y el índice compuesto del mercado Nasdaq ganó el 1,1 %.
El economista jefe del banco danés Saxo, Steen Jakobsen, expresó ayer, en Madrid, que si se produjera la quiebra de Grecia, la banca europea necesitaría alrededor de 2 billones de euros para recapitalizarse.
La bolsa europea más castigada, con un descenso del 4,03%, fue la de París, pues al efecto griego se unió un segundo factor, la probabilidad de que Moodys decida una próxima rebaja en la calificación de su deuda. El presidente del Banco de Francia (BdF), Christian Noyer, se vio obligado a salir en defensa del sector y aseguró que los bancos franceses pueden hacer frente a cualquier escenario en Grecia.
Al cierre de la sesión, el valor más castigado fue BNP Paribás, que se dejó un 12,35%, y que en lo que va de año ha perdido un 45,14 por ciento. Otros bancos afectados fueron Societé General, con una caída de 10,7%, y Credit Agricole, con un 10,6%, a los que se suma la aseguradora AXA, con un 9,72%.
Entre las entidades italianas, las que sufrieron un mayor correctivo fueron Unicrédito, que se retrocedió un 10,9%, e Intesa San Paolo, con un 9,53%.
En cuanto a las entidades españolas, el BBVA descendió un 5,33% y el Santander un 4,7%, aunque su exposición a la deuda griega es mínima.