Norma, otra tormenta que se forma en el Pacífico
El huracán Max toca tierra y se fortalece en la costa mexicana
Acapulco.-
El huracán Max tocó tierra ayer en el estado de Guerrero, en la costa del Pacífico mexicano, donde se ubican los populares centros turísticos de Acapulco, Ixtapa y Zihuatanejo. La población tomó precauciones previo a su arribo.
El huracán, de categoría 1 de 5 en la escala de Saffir-Simpson, llegó a la costa mexicana con vientos máximos de 130 km/h, anunció el estadounidense Centro nacional de huracanes (NHC, por su sigla en inglés) y se espera que cause fuertes lluvias en Guerrero y el vecino Oaxaca, que intenta recuperarse de un terremoto de 8,2 grados, que la semana pasada dejó 78 muertos en dicha zona (98 en total).
Pescadores y otros navegantes retiraban sus botes del mar y los ponían a buen recaudo en las playas de la bahía de Acapulco, conocida como la zona hotelera antigua o tradicional, que durante las temporadas vacacionales son visitadas principalmente por turistas nacionales.
Una persistente lluvia y fuertes vientos mantenían ya a residentes y visitantes alejados de la playa, según mostró la televisión local. “En este momento (Max) está radicado en Acapulco y en los alrededores”, dijo el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo.
Protección Civil decretó alerta roja (peligro máximo) en las costas de Guerrero, y naranja (peligro alto) en las costas de Oaxaca.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN), que mantiene una zona de vigilancia para Guerrero desde Punta Maldonado hasta Zihuatanejo, pronostica para las próximas horas tormentas intensas con puntuales torrenciales (150 a 250 milímetros) en la costa central de Guerrero.
También espera tormentas fuertes con puntuales intensas (75 a 150 milímetros) en la costa este de Michoacán, en Colima, y centro, sur y costas de Oaxaca. Asimismo, se producirán oleajes de tres a cuatro metros en las costas de Guerrero y de dos a tres metros en las costas de Oaxaca y Michoacán.
Otra tormenta
En tanto, otra tormenta tropical, Norma, se formó ayer en el Pacífico frente a la costa occidental de México y se pronostica que ganará fuerza y alcanzará categoría de huracán, el lunes próximo, en su traslado hacia la península de Baja California.
También el huracán José se fortaleció el miércoles durante su paso por las aguas del Atlántico y continúa su avance hacia el oeste. Ayer se encontraba unos 765 kilómetros al sureste de Bahamas con vientos máximos sostenidos de 130 km/h, indicó el NHC.
Cuba urge ayuda internacional
Cuba aún cuantifica los daños provocados por el huracán Irma, de categoría 5, pero oenegés y la ONU anticipan meses delicados para la isla, que necesitará ayuda internacional para salir de esta situación.
Las autoridades cubanas y observadores extranjeros apuntan a la agricultura, el turismo y la vivienda como los tres sectores más golpeados por el fenómeno que causó 10 muertes en la isla.
Varios países han ofrecido ayuda al gobierno cubano para los damnificados.
En Ecuador las donaciones para ayudar a Cuba son receptadas a través de la Asamblea Nacional, en la Plaza de la Independencia, en el centro de Quito, hasta las 18:00 de hoy. (I)
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10 millones de hectáreas están anegadas en Buenos Aires y La Pampa argentina
Las intensas precipitaciones caídas en los últimos días dejaron entre 8,5 y 10 millones de hectáreas anegadas o bajo el agua en la zona pampeana, la rica región agropecuaria del centro de Argentina.
Se trata de las tierras más productivas del país, lo que ha dado un durísimo golpe no solo a los productores del campo argentino, sino también al gobierno de Mauricio Macri, que ha privilegiado la exportación de productos agropecuarios como uno de los puntales de su gobierno.
El presidente de la poderosa Sociedad Rural Argentina, Miguel Etchevehere, resumió la situación afirmando que el sector vive una ‘catástrofe’.
La crisis fue desatada por las intensas lluvias caídas en las últimas semanas, en especial en las provincias de Buenos Aires y La Pampa, declaradas en emergencia agropecuaria. Solo el fin de semana pasado cayeron unos 100 milímetros de precipitaciones en la zona.
“Las precipitaciones agravaron la situación, que de por sí era complicadísima, llovió en casi toda la provincia de Buenos Aires”, dijo el titular de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Matías De Velazco.
“Las napas están arriba y los suelos no absorben más agua. Toda precipitación que se produzca, la única manera de evacuarla es vía evaporación o dirigir el agua a zonas más bajas”, dijo.
Etchevehere apuntó que tras las últimas lluvias la cantidad de hectáreas anegadas o bajo el agua se elevó a 10 millones.
Las causas de esta catástrofe se recuestan en varios motivos, en especial la falta de obras de infraestructura, pero productores pequeños también culpan a los canales de riego para la producción sojera (el grano por excelencia que reina en la zona pampeana) y el avance de este monocultivo en terrenos donde antes existían humedales.
La emergencia además obligará a retrasar la siembra de la campaña 2017/2018. “Gran parte del trigo y la cebada no se pudieron sembrar por la inundación y estamos a un mes de iniciar la siembra de soja y maíz. Hablamos de un piso de pérdida de $ 1.500 millones en Buenos Aires y La Pampa”, dijo De Velazco.
Se estima que las inundaciones dañaron el 25% de la producción agrícola y el 34% del stock vacuno nacional.
Ahora solo resta que las aguas comiencen a bajar. La emergencia supone un duro golpe para el gobierno de Macri, que apostó a una reactivación del sector para generar divisas en momentos de un fuerte endeudamiento externo.
Una de las primeras medidas que adoptó el Mandatario tras asumir el cargo, en diciembre del 2015, fue tirar abajo las retenciones a las exportaciones de granos fijadas por el anterior gobierno ‘kirchnerista’. Esta medida llevó a la zona pampeana a ser un baluarte del ‘macrismo’.
En las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), la alianza oficialista Cambiemos arrasó en el interior de la provincia de Buenos Aires, aunque finalmente perdió la elección bonaerense con la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que se llevó una avalancha de votos en las zonas más empobrecidas y superpobladas del Gran Buenos Aires.
Macri lanzó un llamado mega Plan Nacional de Agua, con inversiones en obras de infraestructura por $ 44.000 millones en todo el país, para terminar con las inundaciones en 2021. (I)
Marcelo Izquierdo / Corresponsal Argentina