El desempleo mueve las protestas en la región
Llegan de todas partes convocados a través de las redes sociales. Participan en la primera fila de las protestas y no temen alzar su voz para cuestionar las políticas de sus gobiernos, demandar mejoras en servicios básicos y bienestar.
Son jóvenes y mujeres que reclaman justicia social y más empleo.
Precisamente estos dos sectores sociales son los más afectados por el desempleo en América Latina y el Caribe, según el último informe de la Organización Mundial del Trabajo (OIT).
El estudio señala que 2019 se caracterizó por “el debilitamiento de la tasa de crecimiento económico regional, causado principalmente por dificultades para el comercio internacional”.
Otro fenómeno que se destacó el año pasado fue el malestar social, que quedó en evidencia en las protestas que se repitieron en distintos países “para manifestarse contra la desigualdad y pedir oportunidades para mejorar sus condiciones de vida”.
“La protesta social que se intensificó en el último trimestre (de 2019) puso en evidencia la persistencia de los déficits de trabajo decente”, agrega el documento y señala que el acceso a ese tipo de trabajo es “clave para responder a las demandas sociales, para lograr que los beneficios del crecimiento lleguen a todos”.
El documento, titulado Panorama Laboral de América Latina y el Caribe 2019, estima que el desempleo pasó de 8,0% en 2018 a 8,1% en 2019.
Este porcentaje significa que más de 25 millones de personas están en busca de trabajo.
Los jóvenes de entre 15 y 24 años son los que tienen más desventajas para acceder al empleo.
Una de cada cinco personas de esa edad (19,8%) vivía en estado de desocupación el año pasado.
“En ese sector de la población, el desempleo aumentó 0,3 puntos el año pasado y “la tasa de ocupación se redujo, mientras que entre los adultos siguió estable”, afirmó la OIT.
Mientras la tasa de desempleo regional aumentó en promedio 0,1% en los primeros tres trimestres de 2019 en comparación con el mismo período de 2018, para las mujeres latinoamericanas el aumento fue del doble, 0,2%. Además, con este crecimiento, la tasa de desempleo llegó a 10,2% para las mujeres y a 7,3% para los hombres.
Esa diferencia tiene como resultado “un aumento de las brechas de desocupación” y la “mayor precarización de las condiciones generales de las mujeres en el mercado laboral”, concluye la organización internacional. (I)