“Solo porque estaban baratas”, Ernesto Olvera, originario del estado mexicano  Querétaro, compró dos de las polémicas casas vinculadas a Joaquín “El Chapo” Guzmán, que fueron rematadas en la quinta subasta con sentido social del Instituto de Administración de Bienes y Activos de México.

Después de su compra de  2’304.767 pesos y algo confundido declaró ante las cámaras que no sabía el historial de las viviendas y que solo había hecho las compras como una inversión. Incluso, todavía no sabe qué va a hacer con ellas, pues primero quiere ir a verlas, para lo cual tomará las respectivas precauciones.

Otra casa de “El Chapo” Guzmán, que se vendió por más de 2’000.000 pesos, fue adquirida por una mujer que iba vestida de blanco y un sombrero color café. Sin embargo, desde el primer momento en que terminó la subasta decidió esquivar cualquier intento por conocer su identidad.

Otro de los inmuebles, que funcionaba como casa de seguridad en Culiacán, estaba conectada mediante túneles al drenaje y fue usada por el capo para escapar en 2014. La residencia, de dos niveles y con puertas de alta seguridad, fue vendida por 2’500.000 pesos, el equivalente a $ 107.500.

La subasta de este domingo que ofreció bienes que estuvieron vinculados a Joaquín “El Chapo” Guzmán recaudó poco más de 16’208.000 de pesos, casi la mitad de lo previsto, que era de 32’500.000 de pesos.

El Servicio de Administración y Enajenación de Bienes de México (SAE), a través de su director, Ricardo Rodríguez Vargas, aseguró que lo recaudado se destinará a Oaxaca para bandas de música infantil.

Entre los artículos más caros que se subastaron se encuentra un reloj de oro blanco de 18 quilates con 60 zafiros a 343.950 pesos, con descuento de 50%. El objeto más barato fue un coche de 1995 con un precio inicial de 2.800 pesos que se vendió en 2.000 pesos.

La subasta vivió una intensa lucha por la compra de un automóvil de lujo que de 180.000 pesos se remató en 810.000. (I)