El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo  que espera que la conferencia internacional para negociar un acuerdo de paz en Siria se celebre "a mediados de noviembre en Ginebra.

Así lo aseguró Ban después de que el Consejo de Seguridad aprobara por unanimidad una resolución que condena el uso de armas químicas en Siria y que advierte al régimen de Damasco que habrá "consecuencias" si no coopera con la destrucción de su arsenal.

"Tenemos el objetivo de que la conferencia sea a mediados de noviembre", dijo el secretario general, quien anunció que el mediador internacional, Lajdar Brahimi, pondrá en marcha "todos los preparativos necesarios" para el éxito de esa cumbre.

Ban, que reconoció que los "retos" pendientes para acabar de forma "pacífica" con el conflicto son muchos, pidió al régimen y a la oposición rebelde que negocien de forma "constructiva" para lograr un estado "democrático" y que respete los derechos humanos.

"Los actores regionales tienen la responsabilidad de confrontar a quienes pretendan minar este proceso y a quienes no respeten la plena soberanía, unidad e integridad territorial de Siria", añadió.

El secretario general elogió los esfuerzos del Consejo de Seguridad para lograr esta resolución, y en particular al ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y al secretario de Estado de EE.UU., John Kerry.

Ban, que aseguró que quienes usaron armas químicas en Siria "tienen que ser llevados ante la Justicia", recordó que todavía continúa el "catálogo de horror" en ese país, con más de 100.000 muertos y millones de desplazados.

En este sentido, el máximo responsable de Naciones Unidos advirtió ante los miembros del Consejo de que la "luz roja" al uso de armas químicas "no significa que haya una luz verde" para otro tipo de armamento.

"Esto no es una licencia para seguir matando con armas convencionales. Toda la violencia debe llegar a su fin, y todas las armas deben silenciarse", sentenció el secretario general.