“Vieja chota, hija de puta”. La frase, dirigida a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, forma parte del ideario del humorista Miguel del Sel, ex candidato a gobernador de la provincia de Santa Fe por el derechista PRO (Propuesta Republicana), comandado por el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el ex presidente de Boca Juniors, Mauricio Macri.

Del Sel, integrante del popular trío Midachi, es una de las puntas de lanza con las que la oposición intenta suplir la escasez de dirigentes con imagen positiva en el país. En las elecciones de 2011 perdió por escasos tres puntos la gobernación. Hoy sigue siendo una de las caras visibles de la “anti-política”.

Con tono jocoso, invitado al show teatral del humorista Jey Mamon, del Sel se despachó a gusto cuando su anfitrión le preguntó qué pensaba de la presidenta: “Yo hago un chiste en la comedia (en la que actúa), me estaba tomando una sopa de letras y Matías, mi hijo, me pateó el plato y me dejó escrito en la frente ‘vieja chota, hija de puta’. Y si voy (a reunirme) con la presidenta podría tomarse un buen plato de sopa de letras y yo le pateo el plato”, sostuvo el actual pre-candidato a diputado. Días después, pidió disculpas…

En la Argentina de hoy, a falta de políticos, buenas son las figuras populares. La oposición prepara el terreno para las elecciones legislativas de octubre  en las que estarán en juego el modelo de país y la tentación cada vez más palpable en el gobierno de ir en búsqueda de una reforma constitucional que habilite a la mandataria para un tercer mandato consecutivo, algo prohibido por la carta magna.

Pero del Sel no está solo. El PRO de Macri, un rico empresario y alcalde procesado por un escándalo de escuchas telefónicas ilegales en su gobierno, quiere ir por todo. Y busca tentar a figuras populares en distintos puntos del país para acariciar su máximo objetivo: alcanzar la presidencia de la Nación en 2015. “Me siento capacitado para ser presidente y estamos trabajando para eso”, avisó Macri.    

El primero en recibir el convite fue una de las personas más queridas de la rica provincia de Córdoba (centro), el ex árbitro internacional Héctor Baldasi. “La Coneja”, como se lo conoce, fue un árbitro respetado, retirado el año pasado, que llegó a dirigir en el Mundial 2010 de Sudáfrica. “Es hora de involucrarse en algo distinto, trabajar con honestidad y eso es lo que la gente quiere”, dijo en diálogo con  El Telégrafo.

Pero Macri quería más. Enseguida llamó a la popularísima vedette Rocío Marengo, a la que le propusieron sumarse a las listas de legisladores del PRO. Pero Marengo no parece decidida a girar a la derecha, aunque se muestra entusiasmada. “Evita era actriz”, recordó. También la contactaron del peronismo opositor, el ala derechista del partido gobernante y enemigo acérrimo de Cristina Fernández, y hasta de la agrupación juvenil “kirchnerista”, - “La Cámpora”- comandada por el hijo de la presidenta, Máximo Kirchner. Hoy, Marengo es la figura más codiciada de la “anti-política”.

Pero hay más: el periodista deportivo Walter Queijeiro, de la cadena Fox Sports, se mostró junto a referentes del PRO en Quilmes, periferia sur de Buenos Aires. “Nosotros queremos apoyar a Walter y a todos aquellos que se quieran meter en política”, dijo el jefe de Gabinete de Macri,  Horacio Rodríguez Larreta. Queijeiro devolvió elogios: “Estoy muy entusiasmado con lo que está haciendo el PRO”, dijo.

El historiador y analista Hernán Brienza, cuyos libros fueron recomendados por el presidente venezolano Hugo Chávez, afirmó que “la búsqueda de personajes públicos es un esquema que utilizó el ex presidente neoliberal Carlos Menem (1989-99)” cuando sumó al ex subcampeón de la Fórmula 1 Carlos Reutemann a sus listas. “Se busca el conocimiento público del personaje, aunque sea por afinidad doméstica”, sostuvo Brienza. Y agregó: “pero esto no tapa el vacío de falta de dirigencia, sino que lo hace más visible y peligroso porque ocupa espacios políticos en el mejor de los casos con personajes no políticos, y en el peor de los casos con figuras antipolíticas que destruyen el diálogo político y generan un clima de antipolítica”. “Así se producen discursos intolerantes, violentos y que no garantizan prácticas democráticas”, dijo Brienza a El Telégrafo.

Pero Baldasi rechaza que su candidatura y la de otras figuras populares esté vinculada a una crisis de la oposición. “En mi caso vengo del peronismo (el partido del que también surgió la presidenta)  y he hecho política en mi juventud. Simplemente creo que es hora de participar activamente y encontré en Macri a un dirigente dispuesto a llevar a cabo un cambio”, sostuvo el ex árbitro.

La oposición no descarta unirse en las elecciones contra el modelo que encarna la presidenta Fernández, que cuenta con un amplio respaldo en las clases más populares por sus políticas de inclusión social y redistribución de la riqueza.
Brienza sostuvo que “el que más se juega en estas elecciones es la oposición porque definirá quién es el candidato presidencial opositor para las presidenciales de 2015”.

El oficialismo buscará a su vez reafirmar su mayoría en el Congreso y sus máximos dirigentes no pierden de vista el objetivo máximo: que Cristina vaya en busca de un tercer período de gobierno consecutivo. Para ello necesitaría un triunfo rotundo en las elecciones legislativas, en especial en el Senado, que le permitiría encarar una reforma constitucional que habilite la re-reelección.

“Ella es la gran candidata. Es la mejor dirigente política para encarar un nuevo período”, dijo el ministro de Planificación, Julio de Vido. En las elecciones legislativas de este año –apuntó- se juega “el futuro político de la Argentina”.

“Del resultado va a depender la posibilidad de acceder a una reforma de la Constitución que yo no creo que sea lesiva para la democracia sino todo lo contrario; es lo más importante que puede pasar”, enfatizó.

El diputado nacional “kircherista”, Eric Calcagno, fue más claro aún: “el ex presidente de Estados Unidos, Franklin Roosevelt, tuvo cuatro mandatos y sacó a Estados Unidos de la crisis. Y lo llevó a vencer una guerra mundial. Para su país era una persona de un liderazgo indiscutido. Algo parecido sucede con Cristina. Es una mujer de Estado, da prestigio al lugar que ocupa y es una fuente de inspiración para todos nosotros”, sostuvo.

Pero Brienza no lo ve tan fácil: “los liderazgos fuertes generan crisis de liderazgos menores. Yo veo difícil una reforma de la Constitución. Pero hay que recordar que  Lula  da Silva terminó imponiendo una candidata como Dilma Rousseff que solo después tuvo peso propio. Creo que debemos esperar a fines de 2014 o principios de 2015 para ver qué candidato impone  Cristina  en el oficialismo. Este año es muy pronto. Los cardenales que entran al cónclave como Papas siempre terminan saliendo como cardenales”, concluyó.