Pavimento en calles se quiebra ante el tránsito y fallas de obras
Las calles de la ciudad, en varios sectores, presentan imperfecciones que preocupan a los conductores y transeúntes debido a que estos desniveles causan accidentes.
El desgaste del pavimento, mala nivelación de las bases y calidad de los materiales son algunas de las razones por las que la calzada se ha deteriorado.
Además, en las calles 1° de Mayo, José Mascote y Padre Solano, el asfalto tiene fisuras causadas por la circulación de los buses urbanos que soportan hace algunos meses. Su paso obedece a los desvíos implementados por la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE).
El tráfico de vehículos pesados, para conductores como Manuel Cevallos, empeoraron la fluidez en el centro, especialmente, en horas pico. Las calles mencionadas, afirmó, “no fueron diseñadas para buses como eran las avenidas Quito y Machala”.
La tendencia mundial, para calles con una elevada circulación de automotores, es el uso de pavimento rígido de hormigón de cemento Portland que es uno de los de mayor resistencia.
Rolando Vila, director del laboratorio de Carretera de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil, explica que este material dura hasta 30 años.
Sobre la situación de las fisuras en calles que fueron pavimentadas con capas asfálticas (asfalto color negro con piedra granular), consideradas de tipo flexible, Vila puntualiza que esto no implica que el material sea de mala calidad. “Al recibir mucha carga se siente un movimiento en el suelo por su flexibilidad”.
Mientras que, en la calle Medardo Ángel Silva, según moradores, las obras de repavimentación no sirven porque inmediatamente se forman baches. Daniel Cárdenas, quien habita en el lugar alrededor de 5 décadas, manifiesta que ninguna administración municipal ha solucionado el problema de los agujeros.
El ciudadano recuerda que en el lugar había un riachuelo y que las distintas alcaldías no han desarrollado un eficiente trabajo de compactación del terreno. “Siempre debajo del asfalto la tierra se ‘chupa’”.
El catedrático Vila concuerda con esta percepción, aunque indica que este problema, en particular, se presenta solo en determinados sectores donde el pavimento cubrió brazos de estero y el material de construcción no fue bien asentado.
Además, la mezcla utilizada en el proceso de extensión o volqueteo del material, en ocasiones, se segrega lo que causa que en ciertos sitios quedan capas de pavimento de distinto grosor. Cuando queda muy fino, “se vuelve permeable y ese pedazo se deteriorará, porque hubo un defecto constructivo”, afirma Vila.
También explica el porqué en un mismo trabajo vial, los baches de diferentes tamaños se presentan solo en determinados tramos del camino.
En la intersección de Padre Solano y Quito, los comerciantes de la zona señalan que por el mal trabajo de las contratistas municipales hay un hueco que, por su profundidad, ha generado accidentes a peatones y motociclistas.
En el punto se observan dos materiales distintos: hormigón alrededor de una tapa de alcantarilla y asfalto. Este último elemento se desgastó, mientras que el otro aún no presenta daños.
Los baches también se deben a la mala calidad del cemento asfáltico, según Vicente León, director del laboratorio de Suelos en la Escuela de Ingeniería Civil de la Universidad de Guayaquil.
Por disposición del presidente de la República, Rafael Correa, se ha empezado a emplear el concreto hidráulico (pavimento de hormigón) “dura mínimo 20 años y requiere para su preservación mantenimiento cada 5 años”.
Según el artículo 55 del Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (Cootad), los municipios tienen la obligación de planificar, construir y mantener la vialidad urbana en las ciudades. Por su parte, el Cabildo maneja su cronograma de repavimentación preinvernal con el objetivo de disminuir el impacto durante la época de lluvias.