La nube de polvo enferma a niños y daña el ambiente
Argentina Tigrillo llegó al recinto Nuevo Horizonte, cuando tenía 45 años. Su hija le regaló un terreno en el km 19 1/2 para que viviera junto con su esposo; y ahí, al igual que muchas familias que compraron solares en ese lugar, construyó su casa sin importarle que alrededor de ella existieran empresas de producción de carbonato de calcio, marmetone, cementeras y canteras de piedra caliza, entre otras.
Al inicio, relata Argentina, fue difícil acostumbrarse al estruendo que provocaban las canteras cuando realizaban las explosiones, pero ahora ya está acostumbrada. “Además, parece que utilizan otra técnica porque no se siente como antes”, afirma. Lo que le molesta y a lo que no se ha podido acostumbrar a sus 67 años de edad es al polvo que provocan las empresas que, según ella, no cuentan con el equipamiento adecuado. “Si tuvieran todo lo que se requiere, no habría esa nube de polvo que se forma en el ambiente y que enferma a los niños”, se queja, mientras muestra cómo sus muebles y ollas están cubiertos de polvo blanco.
Camilo Mendoza, presidente de Nueva Esperanza, expresa que las empresas que están ubicadas en la zona se han preocupado por el desarrollo de la comunidad. “La fundación Holcim nos ha capacitado para emprender proyectos y realizar gestión comunitaria. Ellos nos han dado las bases para emprender, que es lo fundamental”, indica este hombre de 32 años, quien vive en el barrio desde hace 12 con su esposa.
El recinto cuenta con un “cyber” comunitario que lograron instaurar por medio de un apoyo económico de la fundación y el financiamiento no reembolsable del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La nueva Constitución de 2008 legitimiza la responsabilidad social empresarial (RSE), que no solo radica en cumplir con las normas ambientales, que son necesarias para obtener los permisos de funcionamiento, sino en socializar con las comunidades que se ven afectadas por la gestión de las empresas, pero trabajar con ellas no es una obligación.
Roque Morán, presidente del Instituto de Responsabilidad Social Empresarial -IRSE- comenta que en el país existe una concepción errada de lo que es la RSE: “Las empresas y la sociedad en general tienden a confundir la filantropía y la acción social o responsabilidad social empresarial, y debemos tener claro que son dos cosas distintas”.
La RSE debe estar concebida como uno de los ejes transversales dentro de las empresas, sobre todo en las que el grado de impacto en el sector es muy fuerte, recalca Morán.
Chongón es otra de las comunidades de la vía a la Costa y se ha visto beneficiada de la gestión mancomunada que realiza la fundación Holcim con los líderes comunitarios del sector, sin embargo esta empresa no es la única que trabaja en el sector.
Los líderes de las comunidades coinciden en que, cuando han acudido a tocar las puertas de las empresas, especialmente en diciembre, sí han sido atendidos, pero eso -insiste el presidente del IRSE- es mera filantropía y no responsabilidad social.