La basura se hacina en casas patrimoniales

Es Patrimonio Cultural de Ecuador desde 1982 y la Unesco lo incluyó dentro de los 100 monumentos históricos que se deben preservar para bien de la humanidad.

Aunque goza de las distinciones señaladas, en el barrio Las Peñas persiste un problema que, a simple vista, pasa inadvertido para quienes transitan por sus calles empedradas: la acumulación de basura en patios de las llamadas casas patrimoniales.

Dicha situación se presenta porque desde el cerro San Ana, moradores lanzan desechos de todo tipo hacia las laderas que, coincidentemente, son los patios de algunas de las casas de Las Peñas.

Para Armando Triviño -presidente del comité de moradores del barrio desde 2014-, es más un problema de conciencia, tanto de las autoridades municipales cuanto de las del Estado, ya que desde hace dos años se han enviado oficios denunciando la anomalía.

“Nos hemos cansado de hablar, primero, con los moradores y después con el Municipio, pero nadie pone atención ni contesta nada”, manifestó Triviño.

Wilson Zuloaga es un pintor guayaquileño que este año fue galardonado con el Pincel de Oro de la Asociación Cultural Las Peñas. Para él es doblemente grave el asunto, pues no solo afecta a los habitantes de la zona, sino que espanta a los turistas.

“Es feísimo, desde luego. Aquí lo que debería haber es una labor coordinada entre el Municipio y el Instituto de Patrimonio Cultural”.

Zuloaga añade que, aparte del problema de la basura que lanzan los vecinos del cerro, durante la exposición de julio que realiza la Asociación, decenas de vendedores invaden la Numa Pompilio Llona y no solo que dificultan el trabajo de los expositores, sino que dejan un mar de desperdicios en las calles.

Hans Eipperle es guía turístico y cree que el visitante no puede llevarse una mala impresión del lugar, porque después, simplemente, “no vuelve y da malas referencias”.

El servicio de recolección de basura lo realiza una empresa privada, que cuenta con 12 recolectores y furgones que pasan en dos horarios, en la mañana.

Según uno de estos recolectores, que no quiso identificarse, los tachos metálicos están destinados, sobre todo, a recoger la basura que dejan los turistas, porque los desperdicios de los moradores del cerro Santa Ana deben depositarse del lado de las escalinatas Diego Noboa.

Silencio en el INPC
Por tratarse de un tema que atañe a las autoridades del Instituto de Patrimonio Cultural (INPC), cuyas oficinas, incluso, se encuentran allí, este medio quiso comunicarse con la directora encargada, la arquitecta Liliam Ricaurte, pero no hubo respuesta. 

Destacado

Aunque desde la Numa Pompilio no se ve bien la basura, desde el callejón El Galeón sí se la observa. (I)