Mediante Decreto Ejecutivo 1304, publicado el miércoles pasado por el presidente de la República, Rafael Correa, se reformó el directorio de la empresa pública Tame (línea aérea de Ecuador), con la cual la presencia de militares en la aerolínea quedó eliminada.

La medida forma parte de la restructuración que inició el Gobierno en las empresas que mantienen vínculos con las Fuerzas Armadas. De acuerdo con su objeto, la empresa Tame se dedica al transporte comercial, aéreo, público, interno e internacional de pasajeros, de carga y correo, por lo que no realiza actividades inherentes a las Fuerzas Armadas.

De acuerdo al Art. 162 de la Constitución de la República del Ecuador, “Las Fuerzas Armadas sólo podrán participar en actividades económicas relacionadas con la defensa nacional, y podrán aportar su contingente para apoyar el desarrollo nacional, de acuerdo con la ley. Las Fuerzas Armadas podrán organizar fuerzas de reserva, de acuerdo a las necesidades para el cumplimiento de sus funciones. El Estado asignará los recursos necesarios para su equipamiento, entrenamiento y formación”.

A través del decreto, tanto el Ministro de Defensa, el Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y el Comandante General de Fuerzas más antiguo, ya no integran el directorio. Ahora, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 7 de la Ley Orgánica de Empresas Públicas, estará integrado por: el Ministro de Transporte y Obras Públicas, quien lo presidirá; el titular del Organismo Nacional de Planificación o su delegado; y el miembro delegado por el Presidente de la República, que en este caso se designa al Ministro de Turismo.

Rafael Farías, gerente de Tame, enfatizó que la medida  es parte del proceso de transformación que lleva adelante la empresa desde algunos meses y no afecta a la operatividad comercial de la aerolínea. Explicó que sí hay continuidad, ya que dos de las personas (titular del Organismo Nacional de Planificación y el delegado del Presidente de la República) en el directorio ya formaban parte del mismo.

El Decreto emitido el pasado miércoles también dispone que “los valores que se recaben producto de la venta  o la disolución de la empresa pública Tame; así como los excedentes que se obtengan durante su existencia, pasarán a formar parte del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa), a través del RIM (Seguro de Retiro, Invalidez y Muerte) administrado por este”.

El Ministerio de Defensa  anunció en julio pasado que está revisando las más de 30 empresas de propiedad militar en el país, desde camaroneras hasta hoteleras, y que prevé deshacerse de algunas de ellas y de ciertos terrenos por no estar vinculados con la seguridad y por sus malos resultados. "Hay que desacelerar la desinversión en varias empresas que han arrojado pérdidas", dijo el ministro Miguel Carvajal.

La red empresarial de las Fuerzas Armadas surgió en los años 70 por los problemas presupuestarios de la entidad y por el deseo de los regímenes militares de la época de intervenir en las áreas estratégicas, explicó Carvajal.

En abril pasado el presidente Rafael Correa afirmó que las empresas que no tengan relación con la defensa deben pasar a manos civiles, como dicta la Constitución aprobada en 2008.

Por ello, el Ministerio de Defensa ha iniciado una revisión de la rentabilidad y el área de actuación de esas compañías.
"Las empresas deficitarias no hay que mantenerlas", dijo Carvajal, quien explicó que, además, el Ministerio procurará que las que se mantengan "tengan que ver con la defensa".