Empresas de Estados Unidos, Reino Unido y China están interesadas en invertir en la Refinería del Pacífico, cuyo costo actual estaría por debajo de los $ 8.000 millones, señaló Carlos Pérez, ministro de Hidrocarburos, quien añadió que son más de nueve las firmas involucradas.

“Vamos a hacer una preevaluación y de ahí saldrá una lista corta (de inversionistas)”, dijo Pérez.

La Refinería del Pacífico, ubicada en el sector El Aromo (Manabí), es uno de los cinco proyectos que serán sometidos a una auditoría externa que examinará la infraestructura y los recursos asignados.

El proceso estará liderado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuyo contrato con el Ministerio de Hidrocarburos se suscribirá hasta el lunes.

Petroecuador y Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa) son los propietarios del paquete accionario de la empresa Refinería del Pacífico.

A decir de Pérez, Pdvsa “ha manifestado que no tiene interés de seguir en el proyecto”, por lo que su participación en la empresa de economía mixta que administra el proyecto pasó de 41% a 15%, lo que supone -dijo Pérez- que con el paso del tiempo la presencia de Pdvsa “se irá diluyendo”.

Pérez participó ayer en la XII edición del Encuentro Anual de Energía y Petróleo (Enaep), en el que intervinieron importantes actores de la industria.

Ahí estuvo presente Jaime Brito, vicepresidente de Precios y Estrategias de Mercado de Argus Media, revista especializada que sirvió como mecanismo de referencia para fijar el precio del crudo ecuatoriano en los contratos de preventa petrolera con empresas de China y Tailandia.

Desde septiembre Argus dejó de publicar el factor ‘coke’ dentro de su fórmula, debido a cambios en las condiciones del mercado internacional, situación que Petroecuador utiliza como argumento para sugerir el reemplazo del método actual por el de la publicación Platts.

Brito explicó que existen otros precios de referencia que podrían ser utilizados. A su criterio, la variación con el indicador ‘coke’ no es razón suficiente para renegociar los contratos, sino que esto depende de las condiciones que las partes suscribieron al inicio de su relación “y no por un precio que podía ser sustituido por otro”.

Por su parte, dirigentes de la Conaie y Confeniae acudieron a los exteriores de la Enaep insistiendo en detener las actividades extractivas. Jaime Vargas, presidente de la Conaie, dijo que se oponen a nuevas licitaciones como la oferta de los campos petroleros suroriente (Pastaza). Las confederaciones apoyarán la consulta popular en los temas de minería y el Yasuní siempre y cuando no se expanda la actividad actual, advirtió. Ayer iniciaron mesas de diálogos con el Gobierno. (I)