Los expertos consultados coinciden en que un acuerdo comercial entre ambos países es un tema delicado
El sector camaronero local mira hacia China
Al gigante asiático lo acechan desde 2008 los rumores de burbujas inmobiliarias y bursátiles. El pasado desplome financiero tuvo su origen en el crecimiento sostenido de la economía y el incentivo que dio China al crédito y las inversiones. El ciudadano común incrementó sus niveles de ahorro y se volcó, sin conocimiento financiero, a comprar acciones y papeles.
A pesar de la situación, los organismos, como el FMI, consideran que la desaceleración china es “manejable” por las medidas adoptadas para corregir los “excesos”.
Un ejemplo fue la flexibilización de su política monetaria: las tasas de interés para créditos bajaron a 4,35%. Hasta momento, la duda es si el malestar chino constipará a otras economías. De acuerdo con el FMI, el hecho de ser el mayor comprador de materias primas del mundo, ya constituye un peligro.
El último informe de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) explica que una menor demanda desde este país sí impactará en las economías de la región. Esto ya se siente en la caída de los precios de las materias primas, como el cobre y el crudo. Se estima que el valor de las exportaciones caerá este año el 14% en América Latina.
Genaro Pinos, presidente de la Cámara de Comercio China en Ecuador, considera que una afectación directa para Ecuador es una posibilidad lejana, sencillamente porque la exportación es todavía marginal.
De acuerdo a cifras del BCE, Ecuador exportó más de $ 501 millones a ese país (ver infografía). La diferencia entre exportaciones e importaciones es grande.
El año pasado se importaron $ 3.346 millones. Los principales rubros son maquinarias, materiales de metal y acero, y piezas para equipos tecnológicos para ensamblaje local. En cuanto a los productos exportados están petróleo, camarón, maderas, banano, entre los principales.
José Antonio Camposano, vicepresidente de directorio de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), desestima también un impacto. En el caso del camarón, China en algunos momentos compró menos, pero, asegura, el sector sigue vendiendo incluso con pronósticos superiores este año.
“Hablamos de un país de más de 1.300 millones de personas, la contracción puede llegar a ciertas industrias, no a todas (...) sin duda, es un mercado para mediano y largo plazo porque ya se ha transformado en un consumidor de alimentos”, indica.
El crecimiento de la clase media y alta en ese país, a criterio del embajador de Ecuador, Galo Borja, deben aprovechar los empresarios locales, pues representa un mayor número de potenciales consumidores.
Para los exportadores, China es el mercado soñado. ¿Pero qué tan útil o nocivo sería un acuerdo comercial como muchos piden? Los expertos consultados concuerdan con que es un tema delicado.
Camposano plantea otras vías como cupos, contingentes o acuerdos parciales. Si bien la política exterior china favorece la firma de acuerdos de libre comercio, añade Borja, el Gobierno ya analiza estas alternativas. (I)