El Gobierno Nacional se ha propuesto expandir el comercio internacional, sea mediante acuerdos con los países miembros de un esquema de integración o sea a través de alianzas estratégicas empresariales.

Con esa perspectiva, ayer en Quito inició la primera ronda de negociaciones entre Ecuador y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, por sus siglas en inglés). Este grupo de integración no es parte de la Unión Europea (UE) y está conformado por Suiza, Islandia, Liechtenstein y Noruega. En conjunto, estos países tienen una población de 13,5 millones de habitantes y una producción de $ 1.012 billones a precios corrientes.

El posible nuevo acuerdo de cooperación comercial guardará similitudes con el convenio multipartes suscrito con la UE. Será un tratado “comprensivo”, dijo Alejandro Dávalos, designado por el Ministerio de Comercio Exterior como jefe del equipo negociador de Ecuador. Aquello significa que se tomarán en cuenta las sensibilidades de ambas partes en cuanto al acceso a mercados, a fin de establecer mecanismos de protección o exclusión, como ocurre con el acuerdo con la UE, el cual aspira a ampliar las inversiones de los países europeos en Ecuador (ver infografía).

Esa característica implica, además del intercambio de bienes y servicios, acuerdos de inversiones, cooperación, mejores normas de acceso en términos sanitarios y fitosanitarios. “Negociamos 16 disciplinas según el acuerdo comercial que se trate. El balance debe arrojar un resultado positivo para el país”, aclaró el jefe del equipo negociador.

Actualmente, la balanza comercial bilateral es deficitaria para el país. En ella, en promedio, se observa que las exportaciones ecuatorianas hacia el EFTA llegan a $ 100 millones y que Ecuador importa $ 150 millones desde los países de ese bloque.

El 22 junio de 2015 se dio el primer paso tras la suscripción de la Declaración Conjunta de Cooperación, recordó el ministro de Comercio Exterior, Juan Carlos Cassinelli, quien dijo que “el propósito es consolidar y potenciar el intercambio comercial y los términos en que este se debe desarrollar. También los flujos de inversión extranjera directa”.

La primera ronda de encuentros, que finalizará el 17 de noviembre, se produce 5 meses después de la reunión que mantuvo en junio de este año el ministro Cassinelli con el secretario General de la EFTA, Kristinn F. Árnason.

La relación con el protocolo firmado con la UE es que los cuatro países de la asociación están interesados en acceder al mercado ecuatoriano, a través de su industria farmacéutica, bienes de capital, el sector de pesca y compras públicas, explicó la jefa negociadora de Suiza y vocera del grupo, Karin Büchel.

En particular, dijo Büchel, a Suiza le atrae el área de derechos de propiedad intelectual, dada la cantidad de exportaciones farmacéuticas que registra ese país. “Buscamos soluciones pragmáticas, vemos que tenemos economías muy complementarias. Estamos comprometidos a obtener resultados positivos”, señaló.  

De momento, no se contempla una fecha tentativa para finiquitar las negociaciones totales; sin embargo, Dávalos y Büchel son optimistas de que se llegará a un buen término en el mediano plazo. A futuro, de concretarse el acuerdo, cuatro sectores productivos de Ecuador sacarían mayor ventaja en sus exportaciones: banano, atún, camarón y rosas frescas.

En América Latina, el EFTA mantiene convenios de intercambio comercial con México, Perú, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala y Panamá. (I)