Uno de los mayores compromisos del Gobierno con el programa económico es aumentar en siete puntos el empleo. Dirigentes sindicales tienen criterios divididos sobre la factibilidad de alcanzar esa meta hasta 2021.

A diciembre de 2017, la Población Económicamente Activa (PEA) son 8’086.048 personas, de las cuales 3’417.483 tienen empleo adecuado o pleno, 1’602.909 son subempleadas y 373.871 están desempleadas,  según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

La tasa de empleo adecuado abarca el 42,3%, si se cumple con el objetivo subirá al 49,3%.

Con base en la PEA actual, el incremento en esta categoría sería equivalente a que 568.938 trabajadores  adicionales ingresen a producir.

En los próximos días se espera que entren en vigencia las nuevas modalidades de contratación para siete ramas productivas, las cuales han sido promocionadas desde el año pasado.

EL TELÉGRAFO dialogó con José Villavicencio, presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT) y Richard Gómez, presidente encargado de la Central Única de Trabajadores (CUT), quienes coincidieron que las reformas al sector laboral serán profundizadas en el nuevo Código de Trabajo.

Villavicencio reconoció que las medidas no son un “paquetazo”. Sin embargo, duda que el Gobierno logre su meta, pues considera que no se “resuelven los problemas más elementales” sino que se favorece a grandes grupos económicos.

Denunció que el FUT no conoce el contenido de las nuevas formas de contratación y teme que den paso a una flexibilización laboral perjudicando a los trabajadores estables.

“Pasó con la tercerización, dijeron que era para áreas específicas y después se generalizó (...) Los contratos y leyes no generan empleo, necesitamos una política laboral”, sostuvo, criticando que el programa no haga ninguna mención a las deudas del Estado con la Seguridad Social.

Desde otra visión, Richard Gómez sí cree posible aumentar el empleo adecuado en el nivel propuesto, pues aseguró que los contratos planteados son compatibles con las actividades de las áreas a las que están dirigidos (agrícola, turismo, pesca y otros).

Aquello, explicó Gómez, permitirá regularizar las condiciones de trabajadores que actualmente no tienen un contrato fijo y otros que están en el subempleo.

“Estos contratos nuevos no pueden aplicarse para sustituir trabajadores con contratos indefinidos sino solo a nuevos empleados”.

Otro elemento de coincidencia entre el FUT y la CUT es que todavía existe división y falta de fluidez con los empleadores. (I)