En los próximos días el Banco Central del Ecuador (BCE) deberá confirmar la cifra oficial con la que cerró la economía local en 2016. Se prevé un decrecimiento de -1,7%. Los indicadores también demuestran que la situación empezó a mejorar a partir del segundo semestre.   

El sábado durante el Enlace Ciudadano 518, el presidente de la República, Rafael Correa, aseguró que “técnicamente” el país salió de la recesión al cabo de cuatro trimestres de decrecimiento.

Datos del BCE indican que el último trimestre de 2016 el Producto Interno Bruto (PIB) se expandió en 1,5% frente al mismo período de 2015. Las proyecciones apuntan a que en 2017 Ecuador crecerá 1,42%.

En este contexto las autoridades  del Gobierno confirman que el presidente electo, Lenín Moreno, recibirá una economía en crecimiento.

Analistas consultados coinciden en que el momento más crítico “ya se superó”. Sin embargo, hay aspectos externos e internos que la próxima administración deberá considerar para mantener la tendencia.

Una lenta dinámica mundial, la incertidumbre frente a las políticas proteccionistas del presidente estadounidense Donald Trump y una desaceleración económica de China, son algunos de los aspectos internacionales que, según el académico y economista Mauricio León, podrían incidir en la economía nacional.

Añadió que el rol de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) será clave para mantener precios “aceptables” del crudo. “Si bien el precio será mejor que en 2016, no llegará al alto nivel de años anteriores”, analizó.

El Gobierno calculó el Presupuesto General del Estado (PGE)  de 2016 con un barril cotizado en $ 35, precio que en su peor momento llegó a $ 19. Para 2017 se proyectó un valor de $ 42.

Internamente, León sostiene que el nivel de la deuda agregada (interna y externa) que actualmente asciende a 39,6% respecto al PIB, “no parece muy problemático”. Pero explica que se requiere aumentar la tasa de exportaciones en comparación con la tasa de interés a la que se adquiere la deuda.

Fortalecer el sector exportador debe ser prioritario aprovechando el acuerdo comercial con la Unión Europea (UE) y otros bloques.

A criterio del economista Santiago García Álvarez para que la recuperación del país sea sostenible se debe considerar un ajuste presupuestario gradual.

“El déficit fiscal pasó de 3% en 2015 a 6% del PIB en 2016. Tales niveles deben reducirse en el plazo de 4 años manteniendo el gasto social, reduciendo gasto corriente innecesario y una base mínima de inversión pública”, observó.

García insiste en la promoción de la cooperación público-privada en inversiones de infraestructuras productivas y sectores generadores de empleo. Con ello debe existir un “fuerte impulso al crédito productivo tanto de la banca pública como privada”, señala, incluyendo la economía popular y solidaria.

Ambos analistas concluyeron que se debe continuar con las políticas de inversión social, reducción de la pobreza y de la desigualdad, así como incentivar el desarrollo tecnológico. (I)