Después de ocho años de vivir en España, su acento cambió radicalmente; pero el acento de su tierra, Esmeraldas, en ocasiones se reconoce. En tierras ibéricas pasó inadvertido, en un principio, por su estatura (1,62 m), pero su juego  lo hizo destacar y ahora Joel Valencia espera mostrar lo aprendido en Europa  en la selección Sub 17, que se alista para jugar el Mundial de la categoría en México.

En la “Mini-Tri” Joel es el nuevo. Lleva tres semanas con el grupo que se entrena para la cita en México y reconoce que le costó incluirse en un tipo de fútbol distinto al que practica en España.  “Aquí es más agresivo, pero allá es más pausado. Hay más toque de balón, pero no dudo en que lograré acoplarme a este ritmo”, asegura, mientras se soba el rostro tratando de rebajar un golpe por un balonazo que recibió en la práctica.

El Real Zaragoza lo acogió a los 11 años -ya lleva 5 temporadas en el club- y ahora el Barcelona de España y el Manchester City han enviado ofertas para hacerse con el volante derecho. Tiene nacionalidad española, por lo que no ocuparía una plaza de jugador extranjero, en caso de que se concrete su traspaso, mas  hasta mientras disfruta jugar para los “Maños”.

Valencia empezó a jugar en una escuela de fútbol de Puerto Quito, a más de 100 kilómetros de su tierra natal y a los ocho años emigró a Europa junto con su  padre César, en busca de mejores días. Su madre, María Castillo, y sus hermanos menores, Joao, Salomón,  Carlos y Miguel, se quedaron en el país.

“Extraño la comida ecuatoriana. Me gusta el cebiche, la carne, los maduros fritos y los chifles. Allá no cocinan tan bueno, no sé por qué; no me gusta mucho”, reconoce el esmeraldeño, hincha de Emelec.

Hasta hace unos meses era un desconocido, pero su profesor de la escuela de Puerto Quito, Camilo (no recordó el apellido), se contactó con Amilcar Mantilla, dirigente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, y empezaron las primeras conversaciones para que Joel se sume a la selección Sub 17.

“Me ilusiona jugar el Mundial, porque es un buen escaparate y un buen momento  para que te vean. Eso puede significar tener más opciones en el futuro”, dice Valencia.

En Zaragoza creció futbolísticamente como enganche, posición que mantiene hasta ahora. Sin embargo, también puede actuar como volante por fuera, ubicación que podría tener en la selección, después de los primeros días de práctica.

“Me gusta dar ese último pase, tener la pelota y tocar mucho con los compañeros.  Acá voy a jugar por fuera, parece, porque le hace mejor al equipo”, añadió.

Se declaró admirador del volante del Barcelona Andrés Iniesta, a pesar de que no comparten la misma posición. “No es un referente en mi puesto, pero su fútbol me gusta, es muy atractivo. Lo vi en el Mundial y lo sigo en la Liga Española, es un gran jugador”, aseguró.

¿Y de Ecuador? “Antonio, por supuesto”, dice sin dudar un segundo, en referencia al volante del Manchester United.  “Juega en un gran equipo y es de admirar la manera como ha salido adelante”.

Actualmente milita en la categoría  Juvenil División de Honor, algo así como la Sub 18 en Ecuador y está a dos escalones de poder actuar en Primera. Con lo que será su  actuación en el Mundial, se imagina que las opciones de acceder al plantel titular pueden aumentar.

Los escalones se suben de a uno y eso ha sido su constante desde que llegó a España, donde primero jugó en un equipo amateur y después impactó al Real Zaragoza.

Ahora, después de 5 años en el equipo, se rumora que su cláusula de rescisión es de 1 millón de euros (1,4 millones de dólares).  Acostumbrarse a la vida en España no fue difícil para Joel, a pesar de que  vive solo  con su padre César en Europa, pues el resto de la familia se quedó; él  ha sido el sustento para mantenerse desde muy pequeño en España.

Con el pasaporte y el pasaje listo para México, Joel ya se imagina el espectáculo y todo lo que va a vivir alrededor del Mundial. “Esto pasó muy rápido. Vine de España, estuve unos días con la selección  y el viaje a México ya es mañana”.