Argentina y España definen cetro del tenis
Los nervios que un inicio exhibió ayer el tenista argentino Sebastián Decoud y que lo llevaron a perder de entrada su primer servicio fueron aplacados en el transcurso del juego, y totalmente sometidos para inscribirse por segunda vez en su carrera en la final del XVI Challenger de Quito.
Hoy, se enfrentará al español Daniel Muñoz-De la Nava, que por primera ocasión participa en esta edición y alcanzó su pasaporte tras imponerse a su compatriota Rubén Ramírez por 6/4, 2/6 y 7/6.
Decoud venció en un reñido encuentro que duró 110 minutos al alemán Andre Begemann por un doble 7/6 en las canchas del club Buena Vista del norte de la ciudad.
“Estoy muy feliz de llegar al último partido y ojalá logre el título, que no pude hacerlo dos años atrás. Agradezco a todo el público por ese respaldo”, fueron las palabras emocionadas del “gaucho”.
El “albiceleste” de 30 años fue sorprendido de entrada por el europeo que sin extremarse lo fulminó. Pero en el siguiente punto con más serenidad, el sudamericano pudo revertir la situación y batir el juego del oponente para acortar la diferencia.
De ahí en adelante el cotejo fue parejo. Ambos conservaron sus servicios, aunque Begemann, de 27 años, tuvo mejores oportunidades para definir el set a su favor, mas se apresuró y erró al momento de liquidar el encuentro.
Jugó por tramos muy cerca de la net y con espectaculares voladas respondió pelotas que parecían salirse del rectángulo, en ese esfuerzo perdía potencia para contestar, y por eso estrelló varias bolas en la red lo que facilitó la respuesta de un sereno y más controlado argentino que supo sacar provecho de los errores y con el aplauso efusivo de los cerca de 200 asistentes logró ser superior en el tie-break (6-2).
En el segundo set ambos deportistas salieron muy cautos y más concentrados para evitar las equivocaciones iniciales y así cada uno defendió su juego. Ninguno se complicó en su servicio y fácilmente consiguió el punto anhelado.
El europeo volvió a intentar con rápidas llegadas sobre la net y respuestas cruzadas donde estuvo más fino y certero para definir. El sudamericano desde el fondo de la cancha esperó al rival y desde ahí lo contragolpeó cada vez que fue necesario. Ambos conservaron sus servicios y otra vez forzaron el tie break (6-2). Por segunda vez el argentino fue mejor y rápidamente hizo suyo el encuentro para inmediatamente agradecer al Creador con las manos al cielo.
“Gracias a Dios pude controlarme y asentar mi juego. Fue un cotejo difícil porque el rival jugó muy bien. Tiene un buen saque”.
El inclemente sol que soportó la capital ecuatoriana obligó a los tenistas a refrescarse continuamente y a recurrir a la toalla para secar el sudor que resbalaba constantemente por sus rostros.
A diferencia de las otras jornadas ayer no hubo la brisa que reconfortó a los deportistas y aficionados. Por eso en el graderío los enormes sombreros, buena dosis de protector, cerveza y botellas de agua se pasearon para atenuar el clima.
Hoy se cumplirá la jornada final desde las 13:00 cuando se enfrentarán en dobles la pareja Juan Sebastián Gómez y Maciek Skrut ante Andre Begemann e Izak Van Der Merwe.
Tras el encuentro seguirá el singles. El torneo reparte 35.000 dólares en premios y 80 puntos al ganador.