10 medallas y dos copas de campeonatos amateur guarda la skater María José Rojas en su casa, ubicada en el paradero 18 de Gran Avenida, en el barrio La Cisterna. Ese es su preciado botín tras 4 años y siete horas de práctica diaria que realiza generalmente en el skatepark del Parque O’Higgins o en el Parque Araucano.

María José está a pasos de ser confirmada como la primera mujer skater de categoría profesional en Chile y este fin de semana participará en el Evento Internacional de Skateboarding que se desarrollará en el Skatepark Municipal, ubicado en la avenida Benjamín Rosales, en el norte de Guayaquil.     

“La gran filosofía de vida que te enseña el skate es que tras la caída, por muy fuerte que sea, tienes que volver a levantarte y superar el miedo”, dice María José, quien cuenta con una extensa lista de accidentes. El año pasado se lesionó los ligamentos de la rodilla derecha; en 2013 se fracturó la rótula izquierda y en 2010 tuvo un esguince grado 3 en su tobillo derecho tras saltar con su tabla desde una escalera. Todo eso no fue nada en comparación al grave golpe en la entrepierna que sufrió en 2012 que le costó una operación y la advertencia por parte del doctor de que tal vez no podría tener hijos. “Hoy sé que sí puedo, pero pasé un gran susto”.

Las caídas y el dolor físico no han sido los únicos obstáculos. Su familia no aprueba que sea skater. “Lo consideran un deporte para hombres y peligroso. Vivo mis accidentes en silencio, porque si supieran que me lesiono me castigarían”. (I)