Una campeona deja de luchar
Lissette Antes lidió en los últimos siete años con dos hernias lumbares que le impedían entrenar con normalidad. Cuando subía a la colchoneta luchaba contra su ponente y contra el fuerte dolor que esta lesión le provocaba.
Las hernias empezaron a a agudizarse en 2013 y en 2016 le impidieron tener un buen desempeño en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. En esa ocasión perdió (0-3) su combate en primera ronda ante Mariana Chérdivara, de Moldavia. Después esa eliminación prematura pensaba más en el retiro que en volver a luchar y ganar medallas para Ecuador.
Y así lo hizo. Se retiró por dos años y en 2019 retomó su carrera después de someterse a una operación con la ayuda de la Secretaría del Deporte. Se preparó durante nueve meses para coronarse campeona panamericana en Lima 2019, su último título.
Lissette anunció este fin de semana su retiro irrevocable del deporte competitivo. Lo hizo a través de una carta dirigida a la Secretaría del Deporte y al Comité Olímpico Ecuatoriano (COE). “Debo poner a su conocimiento mi voluntad de dejar la actividad deportiva competitiva debido a situaciones familiares que hacen imposible el que continúe con mi carrera”, expresó la luchadora en dicha carta de despedida.
Tras el oro panamericano conseguido en Lima 2019, su objetivo era clasificar a sus terceros Juegos Olímpicos, pero la suspensión del evento para 2021 hizo que desista de ese propósito. A eso se suma el hecho de estar embarazada de su segundo hijo y sus deseos de dedicarle más tiempo a su familia. Su esposo José Sánchez la ayudó a tomar la decisión de retirarse.
“Me despido con alegría, porque he dejado todo por mi provincia (Loja) y mi país, he logrado muchas cosas que me han permitido crecer como persona”, dijo Antes en un video difundido por la Secretaría del Deporte en sus las redes sociales Twitter y Facebook.
14 años sobre la colchoneta
Oriunda de la provincia de Santa Elena, Lissette Antes y su familia migraron a Loja en 2000 en busca de nuevas oportunidades. Es en esa ciudad que inicia su historia en la lucha libre, convirtiéndose en referente deportivo de su provincia.
Lissette se sintió atrapada por el deporte desde pequeña. La apasionaba el baloncesto y el fútbol, pero fue en una exhibición que se realizó en su escuela donde ella y sus hermanos estudiaron, que conoció la lucha gracias a la insistencia del profesor cubano Jorge Rodríguez y el profesor Washington Castillo.
“Siempre me gustó el deporte y un día llegaron a hacer una exhibición en la escuela y no me llamó la atención porque siempre dije que esos deportes eran fuertes y solo para los hombres, además yo era muy sensible y lloraba mucho si me dolía algo, por eso no me gustaba la lucha, pero los profesores insistían tanto porque vieron que tenía las condiciones para este deporte y a la final me convencieron”, relata la deportista.
Para convencerla, sus entrenadores llegaban hasta su casa para llevarla hasta los entrenamientos, pero al ver que no podía ejecutar los ejercicios decidió retirarse y luego de un año de estar fuera de las colchonetas se llenó de valor y con el apoyo de sus hermanos y entrenadores decidió regresar.
Su carrera competitiva inicia en 2007 en los Juegos Nacionales y Juegos Interandinos, en los que obtuvo por primera vez su medalla de oro. Una de las personas clave en su carrera fue el profesor Washington Castillo, quien desde sus inicios en este deporte la motivó a seguir adelante y buscar sus sueños.
“Nos preguntaba que cuál era nuestro sueño. Mis compañeros decían estar en un Panamericano, Sudamericano, mundiales y yo fui más allá. Una vez le dije que mi anhelo era estar en unas olimpiadas, sin saber lo duro que era llegar a ese torneo. Pero cuando llegué a Londres 2012 fue un sueño hecho realidad”, afirma Antes, la primera lojana en clasificar a unas olimpiadas. (I)