El argentino Gastón Oviedo llegó a Guayaquil con la intención de nadar a lo largo del río Guayas, tal como lo hizo en Brasil cuando cruzó el río Negro, en 2015. Ir por los lugares donde nadie ha estado, es una de las motivaciones del instructor de 37 años, nacido en Villa Mercedes.

Oviedo reconoce que un impulso inexplicable lo llevó a programar su travesía por el río Guayas. “La causa central por la que decidí venir a Guayaquil no la podría explicar. Es como si algo me hubiese enfocado o dirigido a hacerlo acá”.

En Guayaquil, por mes y medio, tocó las puertas de varias instituciones locales, pero tras los intentos no obtuvo respuesta satisfactoria. Los ahorros, con los que llegó se agotaban, pero no así su tenacidad para lograr el objetivo.

Principalmente buscaba apoyo logístico para completar su trayecto, es decir, protección y guía. La ayuda llegó del Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar), que finalmente decidió participar de la travesía.

“El día que me llamaron para la primera reunión todo cambió. Ese día el capitán de navío Humberto Gómez (director del Inocar) me dijo que cómo no me iban a ayudar, si nadie lo había intentado”.

Inicio de la travesía

El capitán de fragata Aurelio Aldás (Inocar) fue uno de los responsables de la planificación del desafío. El pasado miércoles a las 08:45 se inició el reto del nadador argentino desde la Base Naval Norte, cerca al puente de la Unidad Nacional.

Aldás explicó que la institución armada apoyó en la protección y en la seguridad de Oviedo. “Hay que tomar en cuenta que el nadador tuvo varios peligros en el trayecto. No se conocía exactamente con qué se podía topar; por ejemplo me informaron que el último día le picaron medusas”.

Según explicó Aldás, no tienen registro de que otra persona haya nadado el mismo trayecto, y si lo han hecho no ha sido documentado.

Tres lanchas acompañaron en todo el trayecto a Oviedo; además del Inocar, colaboraron los equipos de la Dirección Regional de Espacios Acuáticos del Guayas y del Comando de Guardacostas.

El nadador argentino reconoce que el proceso de planificación de la travesía fue tan desgastante que no le permitió prepararse correctamente, solo cumplió con el 30% del entrenamiento necesario.

Luego de 6 horas y 40 minutos Gastón Oviedo cumplió el primer tramo de su desafío. Nadó 37 km hasta llegar a Puerto Roma.

A pesar de sufrir fuertes dolores en el hombro derecho (recibió la atención de uno de los médicos que iba en una de las lanchas) decidió continuar, aunque pensó cambiar el estilo de nado para hacerlo solo con el brazo izquierdo.

Así partió desde Puerto Roma y luego de 5 horas y 10 minutos (33 km) llegó a la Isla Puná.

Los puneños se instalaron en el muelle Municipal para recibir al nadador argentino. Al acercarse al punto, Oviedo se sorprendió por la cantidad de público y tras recibir la guía de los navegantes del sector, fue ovacionado por los asistentes.

Ya en el muelle y luego de agradecer el apoyo de las instituciones, se puso la camiseta de la Selección Ecuatoriana de fútbol, que le fue obsequiada por una joven de Puná. Aunque quiso quedarse más tiempo en la isla, tuvo que participar de los actos protocolarios, pero prometió regresar; lo hará esta semana, para compartir 2 o 3 días con los habitantes de la localidad.

El Estero Salado, su nuevo desafío

Aunque la travesía por el río Guayas lo dejó agotado económicamente, Oviedo quiere cumplir un nuevo reto antes de despedirse del país: nadar por el Estero Salado.

“Quisiera nadar desde el puente Cinco de junio, dar toda la vuelta por Portete, el tercer puente de la Perimetral, luego entrar por el primero, pasar por Nigeria y llegar hasta Esmeraldas Chiquita”.

Para cumplir esta nueva travesía Oviedo necesita al menos un bote pequeño para que lo acompañe en su trayecto y guía sobre el estero. Según su estudio se demoraría unas 2 horas en completar el recorrido.

Para este desafío ya cuenta con 2 acompañantes que se ofrecieron para nadar con él apenas consiga el apoyo necesario.

Otro de los retos que Oviedo se plantea a largo plazo es nadar por el río Nilo, pero aún no tiene claro cuándo iniciará las gestiones; para eso necesita conocer el idioma y conseguir los recursos. (I)

Datos

Gastón Oviedo es desde los 22 años profesor de nado en su natal Argentina. Su preferencia es la práctica en mar, ríos, lagos o esteros.

En 2015 cruzó desde el Puente del Río Negro (distrito de Iranduba en Brasil), hasta el puerto de Manaos, recorriendo una distancia aproximada de 10 km donde predominaban las fuertes corrientes.

Un mes y medio demoró hasta encontrar el apoyo de una institución en Ecuador para cumplir la travesía de nado por el río Guayas. Tocó las puertas de varias instituciones deportivas y de autoridades locales.

El río Nilo es uno de sus máximos retos, pero reconoce que debe conocer más el idioma y obtener los recursos para iniciar con la planificación. Por ahora trabaja para nadar por el Estero Salado.