Lo primero que hará Óscar Patín cuando regrese a Ecuador será visitar a sus padres. Tiene más de tres meses que nos los ve ni habla con ellos. Las largas concentraciones y los viajes para competir en el exterior se lo han impedido.

Y cuando vea a su madre María Rosa le colgará en el cuello la medalla de oro que ganó este lunes 15 de octubre en los 5.000 metros marcha en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires. Su madre es su inspiración y su razón de vivir.

El andarín de 18 años, oriundo de Las Cochas, una comunidad cercana a Guaranda, obtuvo este lunes 15 de octubre una medalla histórica para Ecuador en unos Juegos de la Juventud. De hecho es la única presea dorada que tiene el país en la historia de este certamen.

Con esta medalla, la delegación tricolor suma hasta ahora seis medallas en los Juegos: tres de bronce, dos de plata y una de oro. De por sí esta ya es la mejor participación de Ecuador en la historia de esta competencia.

“Di todo de mí en la pista pese al sol y al calor que se sentía. La primera etapa la corrimos con mucho viento y frío, pero esta vez el clima nos afectó a todos. Pese a eso me entregué por completo para ganar el oro”, analizó Patín aún agitado, en el Parque Olímpico de la Juventud.

El ecuatoriano dominó la prueba de principio a fin en las dos etapas que se corrieron. En la primera, disputada el jueves pasado, se ubicó primero con un crono de 20:13.69. Y este lunes 15 de octubre, en la segunda fase, cruzó la meta en segundo lugar con un tiempo de 20:38.17 minutos. Esos dos registros fueron suficientes para asegurarse el oro.

Según lo establecido por el Comité Olímpico Internacional, ambos tiempos se suman y el mejor se lleva el metal dorado.

Óscar Patín creció trabajando la tierra y pastando ganado. La falta de recursos en su casa lo empujaron al campo, donde ayudaba a sus padres Toribio y María Rosa.

El marchista, de origen indígena, estaba destinado a seguir la tradición familiar y a trabajar en la agricultura, pero el atletismo cambió el curso de su vida.

Los entrenadores lo reclutaron en un selectivo escolar en 2014. Su primer acercamiento al deporte base fue corriendo 1.000 y 2.000 metros. Compitió en varias pruebas provinciales y nacionales, pero la falta de recursos para costear los pasajes al lugar de entrenamiento hizo que se retirara por dos meses.

Fue su entrenador Danilo Llumiguano quien lo indujo para que volviera y así puso a la marcha en su vida. El adiestrador encontró un día a Óscar ayudando a hacer fletes en un mercado y le dijo que le daría para los pasajes a cambio de que regresara a las pistas.

Patín no lo dudó, dejó el campo y volvió para entregarle al país una medalla de oro. (I)