Óscar Patín creció trabajando la tierra y pastando ganado en su natal La Cocha, cerca a Guaranda. La falta de recursos lo empujaron al campo, donde ayudaba a sus padres Toribio y María Rosa a sembrar y cosechar, papas, cebolla, maíz y habas. Sus jornadas empezaban a las 05:00 y terminaban a las 16:00.

El marchista de 18 años, de descendencia indígena, estaba destinado a trabajar en la agricultura siguiendo la tradición familiar, pero el atletismo cambió el curso de su vida radicalmente.

Los entrenadores reclutaron al marchista en un selectivo escolar en el 2014. El joven estudiaba en la escuela Marcos Durango. Su primer acercamiento al deporte base fue a través de las pruebas de fondo. Empezó corriendo los 1.000 y 2.000 metros.

Compitió en varias pruebas provinciales y nacionales, pero la falta de recursos para costear los pasajes al lugar de entrenamiento hizo que se retirara por dos meses y volviera a trabajar en el campo. Sus padres le decían que estaba gastando plata y perdiendo el tiempo y que más ganaba ayudando en la agricultura.

Fue su entrenador Danilo Llumiguano quien lo indujo para que volviera a entrenar y puso a la marcha en su vida. El adiestrador encontró un día a Óscar ayudando a hacer fletes en un mercado y le dijo que le daría para los pasajes a cambio de que volviera a las pistas. Patín no lo dudó, dejó el campo y regresó.

El nombre de Óscar Patín empezó a sonar con fuerza este año en el atletismo nacional. En febrero obtuvo la medalla de plata en el Campeonato Nacional de Marcha, en Sucúa y se clasificó al sudamericano, donde ganó el oro y fue convocado para integrar el equipo ecuatoriano que compitió en el Mundial en China. Corrió en la prueba de los 10 km y se ubicó en el puesto 33. Este año también fue campeón nacional sub-18.

Gracias a la ayuda de los fisioterapeutas y médicos del Centro de Entrenamiento para el Alto Rendimiento de Cuenca, el deportista logró recuperarse de una bursitis en la rodilla; esa lesión casi le impide participar en un campeonato sudamericano, que posteriormente lo ganó. Dicha competencia  le dio la clasificación a los Juegos Olímpicos.

Diego Heredia, docente de la carrera de Pedagogía de la Actividad Física y Deportes, es su entrenador. Él no recibe remuneración por tal responsabilidad, pero es la confianza y el convencimiento lo que le hace apostar por su talento.

Y no para de sumar éxitos. La tarde de este 15 de octubre ganó la medalla de oro en la la prueba de los 5.000 metros en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires. Esta es la primera presea dorada que consigue un ecuatoriano en este evento.

Para conseguirlo, Patín sacó el mejor tiempo en las dos etapas de la competencia (para esta prueba se decidió que se corran dos fases y el mejor promedio se quedaba con el primer lugar). El jueves 11 de octubre fue primero con un registro de 20:13.69 minutos, su mejor tiempo en esta distancia, mientras que este 15 de octubre fue segundo con 20:38.17 minutos.

El promedio de Patín fue 40:51.86 minutos, mientras que el segundo lugar, Suraj Panwar (India) hizo 40:59.17.

Cuando terminó la prueba pensó en sus padres. Ellos no saben leer ni escribir, pero con el trabajo en el campo y con el Bono de Desarrollo Humano han educado a sus 9 hijos.

Óscar está gestionando una beca en la Universidad Católica de Cuenca. Estudia la carrera de Pedagogía de la Actividad Física y Deporte y su sueño es ser doctor, sacar a sus papás del campo y pagarles un profesor que les enseñe a leer y escribir. (I)