Tobar acerca el básquet a la gente
La pelota fue su compañera fiel. Durante 20 años fue una suerte de “amiga sincera” que le dio alegrías y satisfacciones. María Tobar, exseleccionada de baloncesto de Ecuador, pretende ahora, luego de su retiro, guiar a nuevos prospectos que son, como ella, apasionados por el básquet.
Tobar, que nació en el cantón Milagro (provincia de Guayas) en 1971, prefiere llamar a esos aficionados “locos por el baloncesto”. Fue así como surgió la idea de crear la escuela para enseñar las destrezas de la disciplina hace 10 años, mientras todavía seguía en actividad.
Tras encestar el último aro durante el Campeonato Sudamericano Femenino de Clubes en 2009, que tuvo lugar en Quito, la milagreña emprendió nuevos proyectos, todos ligados al deporte y a fomentar la práctica activa del baloncesto.
La escuela Locos por el Básquet nació en 2006, cambió de nombre y fue rebautizada como María Tobar en 2015.
Desde ese momento, la también exseleccionada nacional combinó su trabajo en la Secretaría del Deporte, en la que estuvo hasta 2016 y la administración de su centro deportivo, que funciona en Pomasqui y Cumbayá en Quito.
Ahora, dedicada solo a la escuela, promueve eventos para niños y jóvenes que quieran aprender las bondades del básquetbol. Recientemente hizo una convocatoria gratuita en la cancha que lleva su nombre del parque La Carolina de Quito a deportistas comprendidos entre los 8 y 16 años.
“Queremos promover el baloncesto como tal, porque al margen de que los niños vayan o no a nuestra institución, la idea es que se queden motivados por jugar”, explicó Tobar.
Así mismo, la ecuatoriana, que jugó la mayor parte de su carrera en la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) y en quintetos de Estados Unidos, Brasil, Inglaterra y Siria, está promoviendo el balón que lleva su nombre.
El esférico simboliza los casi 20 años de carrera. “Es importante para mí que el nombre de María Tobar se muestre junto a una marca reconocida como lo es Spalding. La pelota encierra mi trayectoria y aquellos momentos que marcaron mi vida”, manifestó la “tricolor”, que estudió inglés en la UTE y que actualmente está por finalizar la carrera de entrenadora en el instituto superior Libertad.
En 1993 la vida de María dio un vuelco. Luego de ser observada en los intercolegiales con el equipo del colegio Spellman, torneos nacionales con el quinteto de la provincia del Guayas y de la selección absoluta, fue contratada por la UTE.
Cuando llegó a Quito vivió cerca del parque La Carolina (centro-norte) y no se despegaba de la zona de básquet del lugar. Hace dos años el Municipio bautizó a la cancha número 6 con su nombre. “Solo que aún no firmo las escrituras”, dice entre risas.
En esos campos y en los de la escuela, Tobar compartirá sus experiencias junto a varios entrenadores y metodólogos, a niños y jóvenes que quieran desenvolverse en el deporte de la canasta, en el que conquistó notoriedad.
La meta a la que aspira también la milagreña con el instituto es que los más destacados basquetbolistas obtengan becas y sigan sus carreras fuera del país. (I)