Desde que pisó suelo ecuatoriano, el tenista número tres del mundo, el suizo Roger Federer, se mostró abierto al pedido de los fanáticos y se ganó el cariño del público de Quito, ciudad en la que permaneció 18 horas del domingo anterior.    

El primer comentario al salir de la terminal aérea de la capital ecuatoriana fue “hay muchos policías”, en referencia al operativo de seguridad en torno a su visita. En seguida hizo que los aficionados se acercaran a él para firmarles autógrafos y tomarse fotos.

Por su apretada agenda de actividades, el jugador subió al auto y se dirigió al monumento de la Mitad del Mundo (norte), donde brindó una rueda de prensa y jugó un partido de mini tenis con el alemán Alexander "Sascha" Zverev.

“Siempre se mostró muy ameno, compartió con la gente y con Nicolás Lapentti (responsable de la llegada del suizo). Siempre dispuesto a tratar de complacer a los seguidores que realmente son una avalancha en todos lados”, comentó el jefe de prensa del evento, Kenny Castro, quien resaltó el carisma del suizo.

Durante el partido, el número tres de la ATP se fijó en que varios de los asistentes no podían observar nada del encuentro y pidió que se acomodaran mejor para que todos pudieran observar las acciones en las que él y el germano se pusieron cada uno en un hemisferio. 

Después realizó una clínica de tenis con jóvenes talentos locales, quienes no olvidarán esta experiencia con el jugador catalogado como el mejor de la historia y quien a los 38 años sigue vigente en lo más alto de la Asociación de Tenis Profesional (ATP).    

La raqueta número uno de Ecuador, el guayaquileño Emilio Gómez, también tuvo contacto con el europeo. “Muchos lo ven como el mejor de todos los tiempos, y es así, pero detrás de ese cartel hay una persona excepcional. Realmente demasiado humilde”, resaltó el tricolor, quien fue parte del torneo de exhibición que se desarrolló en el coliseo Rumiñahui de Quito.

El porteño, que se ubica 147 de la ATP, resaltó ese apego que tuvo con los fans y la humildad de Federer, quien a ratos puede parecer uno más de los que están en un lugar o habitación, pese a la notoriedad que ha alcanzado en sus 21 años de carrera, en los que ganó 20 títulos de Grand Slam. Sin duda, es el máximo ganador de estos torneos denominados grandes, entre otros tantos certámenes.

Otro de los ejemplos de humildad de Federer se hizo evidente a su llegada a Quito, donde accedió  todo pedido de los trabajadores del aeropuerto Mariscal Sucre y personas que se encontraban en la sala de arribo de la terminal aérea.

“Con nervios me le acerqué a pedirle una foto y ante mi sorpresa se la hizo con toda la naturalidad, como si fuera un amigo de años”, relató Sergio Gómez, camarógrafo de Ecuador TV, medio que siguió paso a paso la estadía de su “majestad” en el país suramericano.

Una vez en el coliseo, Roger agradeció las muestras de afecto dadas por la gente y derrotó 6-3 y 6-3 en el partido de exhibición a Zverev, con el que puso fin a su gira por Latinoamérica, que pasó por México, Chile, Argentina, Colombia y Ecuador.

De acuerdo con Castro esta sería la última vez que Federer visitó Ecuador como jugador activo, ya que “muy difícilmente lo volveremos a ver en esa condición”, dijo el comunicador.

La temporada para el suizo terminó, por lo que entrará a un régimen de vacaciones y a mediados de diciembre volverá a los entrenamientos de cara a la campaña 2020. (I)