Extremos y sacrificados entrenamientos, ayudas tecnológicas y de otros atletas, en un caso, y mucha dedicación permitieron a los keniatas Brigid Kosgei y Eliud Kipchoge quebrar las barreras humanas en la maratón.

En Chicago, EE.UU., Kosgei pulverizó una marca que tuvo 16 años de vigencia entre las damas, mientras que en varones Kipchoge cruzó la meta antes de las dos horas en la capital de Austria, Viena.

Brigid eclipsó el récord para la maratón femenina que había establecido la británica Paula Radcliffe. La europea registró 2 horas, 15 minutos y 25 segundos en 2003. La nueva plusmarquista estableció un crono de 2h14m04s.

“Los récords logrados este fin de semana son extraordinarios, increíbles y demuestran que el ser humano no tiene límites”, comentó a EL TELÉGRAFO la fondista tricolor Rosalba Chacha, quien actualmente busca confirmar su clasificación a los Juegos Olímpicos Tokio 2020.

Otro experimentado exatleta y entrenador, Franklin Tenorio, contó a este Diario que el crono de Kosgei es el cuarto mejor en Ecuador, tanto en damas como en varones. Silvio Guerra encabeza la lista con 2h09m49, seguido por Tenorio con 2h10m22s y Rolando Vera con 2h10m42s.

El ganador de la maratón de Quito en 2014 consideró que cuando se pone a prueba al ser humano contra el cronómetro es donde se “muestra el mérito de lo que uno puede hacer sobre el asfalto, rompiendo estereotipos”.

Chacha, en cambio, destacó además que los fondistas africanos tienen todo un equipo multidisciplinario detrás de ellos, buena alimentación, buen descanso, entre otras cosas.

La corredora ambateña aseguró que fuera de la parte genética que pueden llegar a tener las atletas de ese continente, la diferencia también la marca el apoyo privado y público que suman los élite.

“Ellos (fondistas africanos) firman contratos millonarios, en consecuencia no se preocupan en competir carreritas de 10 o 15 km cada fin de semana para ganar dinero y poder solventar a su familia y su preparación como hacemos muchos en Ecuador”.

Por su parte, Tenorio restó importancia a la ayuda que recibió Kipchoge para recorrer los 42 kilómetros en menos de dos horas y más bien destacó el sacrificado entrenamiento que realizan a diario y que incluye una férrea disciplina para alcanzar los objetivos trazados.

Actualmente la tecnología aporta a que bajen las marcas en el deporte, pero también depende del talento y condiciones de los atletas para conseguir logros. (I)