El veredicto contra Oscar Pistorius por la muerte de su novia, la modelo Reeva Steenkamp, se conocerá este viernes, luego de que la jueza del proceso pospusiera su lectura prevista para hoy. Previamente descartó que el atleta sea culpable de homicidio intencional.

Sin embargo, todavía falta saber si decide condenarlo por homicidio involuntario o lo absuelve.

"La Fiscalía no probó más allá de la duda razonable que el acusado sea culpable de asesinato con premeditación", afirmó en la sesión de hoy la jueza Thokozile Masipa, aunque subrayó que le pareció que Pistorius no dijo la verdad al tribunal.

La magistrada recordó que Pistorius había afirmado desde el inicio del juicio haber creído que su vida estaba amenazada por un ladrón cuando disparó a través de la puerta del baño a su novia.

Aseguró que el excampeón paralímpico se mostró "evasivo" e "incoherente", esgrimiendo a veces la legítima defensa, otras el accidente.

"El acusado no fue sincero con la corte puesto que dijo que no tenía intención de matar a nadie y tenía un arma de fuego cargada en la mano", agregó.

Masipa había descartado poco antes testimonios clave de la acusación, rechazando apoyarse en recuerdos fragilizados por el carácter "falible" de la memoria humana.

Durante el juicio, que se prolongó seis meses, varios vecinos explicaron que se habían despertado la noche del drama por disparos, gritos y alaridos de una mujer.

Pistorius se mostró hoy la mayor parte del tiempo con la mirada fija, concentrado en la lectura en voz alta del veredicto. En dos ocasiones, no obstante, rompió a llorar.

De haber sido hallado culpable de homicidio voluntario, Pistorius podría haber sido condenado a cadena perpetua en las cárceles sudafricanas, conocidas por su brutalidad.

Sin embargo, el atleta, de 27 años, todavía puede ser condenado a una pena de cárcel si es declarado culpable de haber matado de forma involuntaria a su novia de 29 años el día de San Valentín de 2013 en su casa de Pretoria.

Pero una eventual pena de prisión no será pronunciada hasta dentro de tres o cuatro semanas, después de otro miniproceso en el cual la defensa podría alegar circunstancias atenuantes como su invalidez.

Independientemente del dictamen, su brillante carrera de atleta parece haber llegado a su fin. El que fuera antes un chico de póster para el deporte de discapacitados se ha retirado de todas las competiciones y ha visto cómo las grandes marcas le anulaban todos sus contratos.