David Hurtado se aplica para Tokio
David Hurtado cambió sus hábitos alimenticios para mejorar su condición física y su desarrollo en la marcha. No creía que aquello marcaría tanto la diferencia, pero así ocurrió.
Antes aceptaba con gusto cuando sus compañeros le invitaban a comer unas salchipapas a la salida de la universidad. Ahora disminuyó notablemente las grasas en su alimentación y en poco tiempo notó la diferencia en su rendimiento.
Su madre, Cecilia Espinoza, es quien cuida esos detalles en Hurtado y siempre se preocupa de que se alimente bien. Ahora abundan las ensaladas, las carnes blancas o las pastas.
Estar en el alto rendimiento resultó toda una aventura para el marchista, que quiere llegar a unos Juegos Olímpicos por primera vez, los de Tokio 2020. Lleva ocho años ya en el más alto nivel y su progreso ha sido imparable.
Hoy se ubica en el puesto 20 del ranking mundial de marcha y se encamina a conseguir un boleto para sus primeros Juegos Olímpicos.
“Para mí es un sueño poder estar ahí. Recuerdo ver a Jefferson Pérez en Pekín 2008 (ganó medalla de plata) y ahora tengo la oportunidad de estar en su posición, de acercarme a estar en esa competencia”.
Su visión es estar entre los 15 primeros en Tokio. No se apura para llegar al máximo deseo que sería una medalla olímpica, pero con 20 años (cumplirá 21 en abril), siente que va por el camino correcto para continuar escalando en la élite.
Para conseguirlo debe continuar mejorando su técnica, algo muy complicado en el mundo de la marcha. Hay pequeños detalles que debe corregir, que si bien no han significado penalizaciones, sí lo han amonestado.
Hurtado tiene definido el calendario del primer semestre del año. En febrero estuvo en el Campeonato Nacional de marcha, donde logró el segundo lugar.
La próxima semana viajará a Lima, para el Campeonato Sudamericano de Marcha, mientras que el 4 de abril estará en el Challenge Mundial en Río Mayor, Portugal.
Después tendrá una cita muy importante, como la Copa del Mundo de Marcha en Bielorrusia, el 2-3 de mayo, y el 29 del mismo mes estará en el Challenge de La Coruña, en España.
Así le quedarán dos meses de entrenamiento para los Juegos Olímpicos y buscará locaciones para simular la temperatura de la prueba, que oscilará entre los 27 y 30 grados centígrados.
El marchista no quiere dejar ningún detalle al azar y cuida estrictamente la planificación de estos meses. Incluso aplazará el semestre de la universidad por las ausencias constantes debido a los eventos internacionales.
El camino está marcado y Hurtado pretende recorrerlo sin errores para continuar en la élite. (I)